Manual filtrado expone la rutina extrema en Alligator Alcatraz
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 2 de octubre de 2025

Un documento interno filtrado desde Alligator Alcatraz, uno de los centros de detención más polémicos, ha dejado al descubierto las duras condiciones que enfrentan los internos día tras día. Según este manual, los reclusos deben despertar a las 5:30 de la mañana, portar la camiseta del uniforme sin retirarla nunca y someterse a conteos en absoluto silencio, donde incluso una sola palabra puede convertirse en motivo de sanción.
La revelación ha desatado un fuerte debate en redes sociales. Por un lado, están quienes justifican estas normas bajo la idea de que la cárcel no es un lugar para la comodidad: “¿Qué esperaban, un hotel cinco estrellas?”, comentan muchos usuarios con tono irónico. Otros, sin embargo, denuncian que estas medidas rozan el trato degradante, comparándolas con prácticas propias de prisiones de castigo extremo.
Las opiniones están profundamente divididas. Algunos defienden que la disciplina es necesaria para mantener el orden en un espacio donde conviven cientos de personas privadas de libertad. Pero otros recuerdan que la mayoría de los internos son inmigrantes que ya atravesaron experiencias traumáticas en su camino, lo que convierte estas reglas en un doble castigo.
Las críticas más duras señalan que detrás de este manual no hay disciplina, sino un sistema de control psicológico diseñado para quebrar la voluntad del individuo. Historias de abusos, aislamiento prolongado en celdas y privación de necesidades básicas se suman a un panorama que genera alarma entre defensores de derechos humanos.
En las redes, los comentarios reflejan la polarización: desde quienes relativizan el sufrimiento diciendo que “en el Darién estaban peor”, hasta quienes denuncian que “los tratan peor que ratas”. La filtración ha puesto nuevamente en la mesa una pregunta incómoda: ¿cuál es el límite entre la seguridad penitenciaria y la violación de la dignidad humana?
Lo cierto es que este manual revela un régimen diseñado para imponer obediencia absoluta y donde el silencio, más que una norma, parece un símbolo de sometimiento. Y aunque algunos lo justifican, la polémica apenas comienza: cada nuevo testimonio o documento filtrado seguirá alimentando el debate sobre cómo se castiga, cómo se controla y hasta dónde se respeta la vida de quienes ya están privados de libertad.