Brianna vivió un momento que marcará un antes y un después en su vida: la cirugía que tanto necesitaba se llevó a cabo con éxito. Gracias al apoyo de su madre, Lisset, el sacerdote Olbier Hernández Carbonell y la Fundación "Pedro Cavadas", este paso vital se convirtió en un verdadero milagro.

Pero detrás de este logro no solo hubo manos profesionales y médicas, sino también el esfuerzo colectivo de personas que, desde distintos rincones, se unieron para brindar ayuda.

El proceso para llegar hasta aquí no fue fácil. La Seguridad del Estado intervino en varias ocasiones, interrogando y acosando a Brianna y a su madre en momentos de extrema vulnerabilidad.

A veces, se presentaron abiertamente como miembros del MININT, sin filtros; otras veces disfrazados de médicos o funcionarios del PAMI, e incluso bajo la apariencia de “activistas anticomunistas” que buscaban obstaculizar el camino de esta familia. Sin embargo, pese a estas dificultades, la solidaridad logró abrir la puerta que tantas otras manos cerraban.

En palabras de Saily Gonzalez Velázquez, quien estuvo presente junto a Lara Crofs y otros colaboradores, este acto de humanidad “ha sido conmovedor y nos ha mostrado la fuerza de la cooperación cuando se trabaja con un propósito mayor”. Gracias a cada donación, cada historia compartida, cada gesto de apoyo, Brianna y Lisset pudieron recibir acompañamiento y cuidados en España, en un entorno seguro y esperanzador.

Este caso también revela los desafíos dentro del activismo prodemocrático: no todos los artistas, influencers y periodistas respondieron al llamado, dejando al descubierto dinámicas de exclusión y falta de solidaridad que, en ocasiones, afectan a quienes más lo necesitan. Sin embargo, la movilización de quienes sí se comprometieron demuestra que la unión y el compromiso genuino pueden transformar vidas.

Hoy, más que celebrar una operación médica, se celebra la solidaridad humana, la fe y la perseverancia de quienes no dejaron a Brianna y su madre solas. En este Thanksgiving, las palabras de agradecimiento no son suficientes para quienes hicieron posible que esta pequeña pueda mirar hacia el futuro con esperanza y salud. Cada gesto, cada contribución, cada esfuerzo compartido se convirtió en un instrumento de Dios que permitió este milagro.

Fuentes: Saily Gonzalez Velázquez, Lara Crofs

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