Ulises Toirac siempre nos hace sonreír, humorista clásico, Chivichana por excelencia, Matute por siempre, jamás desperdicia oportunidad para alegrarnos la vida. Este sábado no fue la excepción: apareció en el malecón habanero, con un pulóver que ya debería tener su propio contrato artístico, y con una reflexión que solo él puede convertir en humor fino: las “amistades” no lo quieren tanto como los seguidores… al menos en las estadísticas.

"Gusmolnin tu ol de piporisnáis with priti atitiud in de guorld. Estuve investigando mis estadísticas aquí y resulta que ´mis amistades´ no interactúan en el grado que interactúan los seguidores".

Según contó, después de una investigación profunda —nivel científico, casi doctoral— descubrió que los que tiene como amigos en Facebook interactúan menos que los seguidores. Y menos todavía que los no seguidores. O sea, que los que pasan por ahí de casualidad le dan más cariño que los que desayunan diciendo: “Ay, Ulises es mi amigo”. Tremenda novela.

Ante tal hallazgo, Toirac anunció que va a tener que “hacer zafra”. Limpiar caña, pero en versión 2.0: la caña serían las amistades que no cooperan. Porque mire, artista que no recibe apoyo, ni con molino de viento avanza. Aunque él mismo lo dijo: “Esto no va a avanzar. No en nuestro tiempo de vida”. Se refería a la página, pero uno sabe que en Cuba esa frase cabe para cualquier cosa.

Y como si fuera poco, lanzó la pregunta existencial del día: “¿Y del pulóver no van a decir ná?”. Porque él está en pleno análisis estadístico, pero la ropa también tiene su orgullo. Y es verdad: la gente comentando del malecón, del algoritmo, del celo digital, y nadie mencionó que el pulóver estaba tan feliz como él, recibiendo brisa y likes.

Los seguidores, por supuesto, no fallaron. Ahí llegaron Maritza desde “el otro lado del charco”, Natividad desde el lado sin conexión, y medio país desde el lado sin datos. Todos con su cuota de cariño… y su cuota de humor involuntario. Porque cuando Ulises abre un post, se forma aquello que ni los carnavales.

Lo bueno es que él lo sabe. Sabe que la gente lo sigue, lo quiere y lo necesita. Porque en un país donde a veces la realidad se pone demasiado real, aparece Toirac con su “piporisnáis”, su “priti atitiud” y su capacidad de convertir una estadística aburrida en un sketch memorable.

Y sí, Ulises, te respondemos todos a coro:

¡El pulóver está lindo, chico! Y tú también.

Pero lo que más lindo está… en ¡ cómo nos sigues sacando carcajadas!

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