Raphy Pina volvió a aparecer públicamente con un mensaje medido y directo. En medio del impacto causado por la demanda presentada por Daddy Yankee —en la que también se incluye a Mireddys González— el productor recurrió a Instagram para fijar su postura y recuperar su versión de los hechos. “No confundan mi silencio con temor, ni mi paz con debilidad”, escribió, dejando claro que no pretende responder con confrontación abierta ni ceder el control del relato.

Su pronunciamiento llega pocos días después de que el equipo legal del “Big Boss” presentara en un tribunal federal una demanda basada en la ley RICO, alegando un esquema de manipulación de contratos y desvío de regalías relacionado con varias canciones.

Pina optó por un tono calmado y reflexivo. Diferenció a la figura pública del artista de la persona detrás de ella: “Daddy Yankee la leyenda siempre tendrá nuestro respeto. Ese hombre abrió caminos y dejó un legado que nadie puede negar. Pero Ramón Ayala es otra historia… la historia que vivimos nosotros, sin cámaras, sin redes y sin cuentos”. Al defender su trabajo durante años de colaboración, afirmó que todo está documentado y respaldado en los resultados: “Lo que se hizo junto está documentado. Lo que se construyó está certificado”.

Asimismo, llamó a evitar ataques personales y daños colaterales: “El que tiene a Dios en su corazón no destruye, no inventa, no calumnia, ni pone en riesgo a familias que nunca le han fallado”.

El productor también dejó abierta la puerta al diálogo, apelando a la historia compartida y a la posibilidad de rectificar: “Aún hay tiempo de hacer lo correcto”, escribió, antes de lanzar una advertencia que sonó más a consejo que a amenaza: “No dejes que el ego destruya lo que la historia ya te regaló”.

Con este mensaje, Pina deja clara su estrategia: cuando llegue el momento, responderá desde los tribunales, pero en el terreno público apuesta por la prudencia, la fe y la defensa de un legado que asegura estar “documentado” y “certificado”.

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