En Santiago de Cuba, específicamente en el Distrito "José Martí", Micro 9, se encuentra Teresa Ramis Lora, una anciana que hoy refleja la cruda realidad del abandono social en la Isla. Vive sola en el Edificio FOCSA 8, justo al lado del Círculo Infantil Abejita y su situación es grave: enferma, desamparada y sin recibir atención médica ni apoyo social adecuado. Su historia, compartida por Yosmany Mayeta Labrada, evidencia una urgencia que no puede esperar.

Según familiares cercanos, Teresa ha sido asistida siempre que ha sido posible, pero la situación supera las capacidades de quienes la rodean. Uno de sus hijos, de 39 años, padece serios trastornos de los nervios, mientras que el otro ha pasado buena parte de su vida en prisión.

La sobrina, que ha denunciado la situación, ya cuida a su propia madre de 85 años y tiene cuatro hijos, lo que le impide atender a Teresa a tiempo completo. A pesar de ello, la familia nunca la ha abandonado: la visitan, le llevan alimentos, la bañan y le dan abrigo, pero la situación se vuelve cada día más insostenible.

Recientemente, se indicó que Teresa necesitaba un ingreso médico urgente, pero cuando solicitaron la ambulancia, esta nunca llegó. Hoy, la anciana permanece en su apartamento, en condiciones precarias, esperando la ayuda que aún no aparece. Cuando tiene fuerzas, Teresa sale en silla de ruedas a la calle para pedir ayuda, alimentos o compañía, pero muchas veces regresa con las manos vacías y con el cuerpo debilitado. Su caso ha conmovido a vecinos y usuarios en redes sociales, quienes claman por una intervención inmediata.

La historia de Teresa no es un hecho aislado: es un reflejo de la situación de muchos ancianos en Santiago y en otras provincias, donde la enfermedad, la vejez y la pobreza se enfrentan sin respaldo estatal. Trabajadores sociales, médicos de área, delegados del distrito y autoridades de salud y asistencia social deben actuar sin demora. La vida de Teresa y de otros como ella no puede seguir apagándose en silencio.

El llamado es urgente: no se trata solo de atención médica, sino de devolver dignidad a quienes han dado tanto y ahora se encuentran desprotegidos. Hoy, Teresa solo espera una mano humana, una respuesta real y concreta, porque su vida, al igual que la de muchos ancianos en Cuba, merece ser salvada y respetada.

Fuente: Yosmany Mayeta Labrada

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