El mercado informal de divisas en Cuba ha mostrado este miércoles 3 de diciembre un comportamiento particular: la Moneda Libremente Convertible (MLC) registra un repunte por segundo día consecutivo, mientras el dólar estadounidense y el euro mantienen su estabilidad. Según el parte publicado por el medio independiente elTOQUE, el promedio de venta de la MLC subió a 285 CUP, lo que representa un incremento de 15 pesos respecto al valor del día anterior.

El dólar se mantiene tasado en 450 CUP por cuarto día consecutivo, mientras que el euro continúa en 490 CUP. Estos valores reflejan la relativa estabilidad de las divisas más utilizadas en las operaciones informales, en contraste con la volatilidad que caracteriza a la MLC durante los últimos meses.

La MLC había atravesado un período de incertidumbre durante 2025, marcado por una caída sostenida frente al peso cubano. Factores como la disminución de confianza de la población, la ampliación del uso del dólar en efectivo y la reducción de productos disponibles en tiendas que operan en MLC contribuyeron a rumores sobre su posible desaparición como medio de pago relevante.

Sin embargo, la moneda ha demostrado capacidad de recuperación y continúa siendo utilizada en el mercado, especialmente por quienes necesitan acceder a productos específicos en tiendas MLC o mantener saldo en tarjetas bancarias.

Este repunte reciente de la MLC puede explicarse por la limitada disponibilidad de dólares en efectivo y la demanda estacional de bienes en MLC, lo que ha incrementado su utilización y ha permitido un incremento en su cotización, pese a los pronósticos pesimistas. La MLC, aunque cuestionada y en retroceso, sigue siendo funcional y refleja la complejidad de la economía cubana, donde ninguna moneda logra estabilidad absoluta.

Paralelamente, el Gobierno cubano ha intensificado su ofensiva contra el mercado informal de divisas, buscando desacreditar fuentes independientes como elTOQUE y presionar a los operadores de cambio.

La estrategia parece estar orientada a preparar la implementación de una tasa oficial flotante, con el objetivo de controlar el flujo de remesas y captar divisas a través de canales oficiales. Sin embargo, expertos advierten que imponer una tasa no realista o reprimir al mercado informal sin ofrecer condiciones atractivas podría generar distorsiones económicas adicionales, afectando el comercio privado, el abastecimiento de productos y la confianza en el sistema.

Mientras tanto, el mercado informal sigue funcionando como un indicador clave del poder adquisitivo y la inflación en Cuba, mostrando cómo, incluso en un contexto de regulación estricta, algunas divisas mantienen protagonismo y capacidad de recuperación inesperada.

Fuente: El Toque

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