Tradiciones y esperanzas: La Habana da vueltas… pero ya no a la Ceiba
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 17 de noviembre de 2025
Cada noviembre, en la capital cubana de aaniversario se cumplía un ritual casi sagrado: dar las tradicionales vueltas a la Ceiba. Un gesto simbólico, un amarre cultural que durante décadas ha servido para pedir suerte, salud, prosperidad. Era un rito que sobrevivía a todo: gobiernos, apagones, crisis económicas, reformas, contrarreformas y hasta a la frialdad de un frente frío. Pero este 2025, la Ceiba no es la que está dando vueltas: es La Habana entera.
Porque, ¿cómo pedir prosperidad cuando hay colas que duran más que un semestre universitario y gente que duerme en la calle y que pasan días sin comer? ¿Cómo pedir salud en una ciudad donde la gente enferma y muere por enfermedades nacidas del abandono y la pobreza extrema? ¿Y cómo pedir suerte si el agua llega a los hogares con la misma frecuencia con que gana Industriales o la luz brilla pero por su ausencia ?
Este año, quizás por primera vez, muchos han decidido cambiar el trayecto. No porque la tradición haya perdido valor, sino porque la ciudad misma ha cambiado… y no precisamente para mejor. Las vueltas muchos la han dado cruzando mares y fronteras en busca de un futuro incierto y arriesgado pero que no podrián cumplir en la tierra que los vio nacer.
La Ceiba, noble y testigo eterna del tiempo, sigue ahí, robusta, silenciosa, esperando. Pero el habitante de una capital, que siempre ha sido termómetro social y brújula del sentir cubano, ha decidido mover el ritual hacia donde duele. Este año las vueltas serán simbólicas, pero cargadas de un mensaje claro: no se puede pedir prosperidad a un árbol cuando lo que falta es que la ciudad deje de dar vueltas en círculo.
Y quién sabe… tal vez, si se reparten bien las vueltas, hasta la Ceiba respire aliviada. Porque ella también debe estar cansada de escuchar las mismas peticiones que La Habana nunca logra cumplir.