Un turista mexicano, identificado como Carlos, vivió una noche de terror en La Habana Vieja tras ser víctima de un intento de asalto y posteriormente de un robo, todo mientras las calles permanecían completamente a oscuras debido a un apagón. El hecho fue presenciado por un reportero de CubaNet, quien asistió al joven en plena crisis.

Carlos había viajado a La Habana junto a su novia para disfrutar unos días de vacaciones. Ambos se hospedaban en una vivienda en la calle Obrapía, entre Oficios y Mercaderes, y cenaban en el popular restaurante La Vitrola cuando descubrieron que no tenían suficiente dinero encima para pagar la cuenta.

Los trabajadores del restaurante, conscientes del peligro que representan los apagones en esa zona, advirtieron al turista que no saliera. Sin embargo, Carlos decidió regresar por el efectivo al hospedaje.

Apenas salió a las calles oscuras del casco histórico, sufrió un primer intento de asalto, del que logró escapar corriendo. En la huida, se golpeó una pierna al no ver el camino. En ese estado de confusión, relató los hechos al reportero, quien estaba cerca y se acercó a ayudarlo.

Pero la situación se agravó: varios jóvenes se aproximaron haciéndose pasar por “buenos samaritanos”. Le ofrecieron acompañarlo, pero aprovecharon su vulnerabilidad para robarle el teléfono móvil.

El periodista finalmente lo escortó de regreso al restaurante, donde esperaba su pareja.

Un video difundido en X muestra el área completamente a oscuras, iluminada apenas por celulares y luces aisladas desde ventanas, retratando la inseguridad que enfrentan residentes y turistas en cada apagón.

El caso evidencia no solo el ascenso de los delitos nocturnos en la capital, sino también la falta de respuesta de las autoridades. Hasta ahora no se sabe si Carlos pudo presentar una denuncia ni si la Policía intervino.

Estos episodios, cada vez más frecuentes, golpean directamente a un turismo ya debilitado. Lo que debería ser un recorrido seguro por una zona patrimonial termina convirtiéndose en una experiencia marcada por el miedo, la vulnerabilidad y la ausencia total del Estado.

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