La población del municipio Frank País, en la provincia de Holguín, vive días de creciente preocupación tras reportes sobre la presencia de un arrebatador nocturno que estaría operando en varias zonas del territorio. La alerta fue dada a conocer por el comunicador Loidel Gainza a través de su página de Facebook, donde advirtió sobre el peligro y llamó a extremar las medidas de seguridad, especialmente durante la noche y la madrugada.

Según la información compartida por Gainza, el individuo suele merodear por áreas concurridas del municipio como La Arboleda, los alrededores del cine, zonas residenciales, la farmacia, la Iglesia Católica y la plaza central. Vecinos aseguran que el sujeto aprovecha la falta de alumbrado público, agravada por los prolongados apagones, para cometer los asaltos de manera sorpresiva.

Aunque no se han divulgado cifras oficiales ni detalles sobre detenciones, la sola presencia de este tipo de hechos ha generado alarma entre los residentes. En particular, se ha insistido en la vulnerabilidad de mujeres y personas que deben desplazarse solas durante la noche, por lo que se recomienda evitar salir sin compañía y mantenerse alerta en todo momento.

“Antes no se hablaba de cosas así en el municipio, pero hoy es una realidad”, comentan pobladores en redes sociales, reflejando un sentimiento que se repite en muchas comunidades del país. La falta de iluminación, la escasa presencia policial y la crisis económica han creado un caldo de cultivo para el aumento de la delincuencia, incluso en localidades que históricamente se consideraban tranquilas.

El caso de Frank País no es aislado. En los últimos meses, numerosos reportes ciudadanos y publicaciones en redes sociales han dado cuenta de un incremento de robos, asaltos y hechos violentos en distintas provincias de Cuba. La escasez de alimentos, la inflación descontrolada, el desempleo encubierto y el deterioro de los servicios básicos han empujado a sectores de la población hacia actividades delictivas, mientras las autoridades suelen minimizar o silenciar estos sucesos.

A ello se suma la crisis energética que golpea al país, con apagones prolongados que dejan barrios enteros a oscuras durante horas. Esta situación no solo afecta la vida cotidiana, sino que facilita la actuación de delincuentes que encuentran en la falta de luz y vigilancia una oportunidad para actuar con impunidad.

Recomendado para ti