En una reciente entrevista concedida al periodista Javier Díaz, la abogada de inmigración Rosalí Chaviano ofreció una detallada explicación sobre los cambios migratorios que hoy mantienen en vilo a miles de cubanos en Estados Unidos.
La letrada advirtió que las nuevas políticas afectan permisos de trabajo, solicitudes de asilo, peticiones familiares e incluso procesos de residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Uno de los puntos más sensibles es la modificación del permiso de trabajo, que ahora se emitirá solo por 18 meses, en lugar de cinco años.
Este cambio impacta a tres grupos: quienes tienen solicitudes pendientes después del 2 de diciembre, quienes pidan renovaciones a partir de esa fecha y quienes soliciten su primer permiso. Aunque quienes poseen permisos vigentes hasta 2029 o 2030 no deben preocuparse por perderlos, los nuevos solicitantes enfrentarán más costos y procesos más frecuentes.
Chaviano alertó que ya no existe la extensión automática durante la renovación.
Con los prolongados retrasos de USCIS que en algunos casos supera un año muchos migrantes podrían pasar largos periodos sin autorización para trabajar, quedando en una situación de alta vulnerabilidad.
Aunque la falta de permiso no equivale a deportación, sí puede aumentar riesgos legales y económicos.
Respecto al asilo político, la abogada explicó que los casos más afectados son los asilos afirmativos ante USCIS.
Los oficiales pueden entrevistar, pero no emitir decisiones finales ni remitir a corte, lo que coloca a miles de solicitantes en un limbo administrativo.
Las reunificaciones familiares para ciudadanos estadounidenses también están en pausa para los 19 países incluidos en el nuevo memorándum federal.
Abogados de todo el país han reportado entrevistas canceladas en USCIS sin nueva fecha de reprogramación.
Sobre la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano, Chaviano aclaró que la ley sigue vigente, pero su procesamiento está detenido, lo que significa que pueden tomarse huellas y programarse pasos previos, pero no se puede emitir una decisión final.
Además, la abogada advirtió que los oficiales ahora evaluarán con mayor rigor la discrecionalidad, y ser cubano, venezolano o haitiano puede ser considerado un factor negativo.
Por ello, recomendó aportar la mayor cantidad de factores positivos, como empleo, estabilidad familiar, historial limpio y vínculos comunitarios.
En cuanto a los casos de cubanos con I-220A arrestados al acudir a citas con ICE, Chaviano reconoció que la situación es “arbitraria” y que no existe un patrón claro. Su consejo: no perder tiempo, mantener todos los trámites al día y actuar apenas se cumpla el año y un día para aplicar a la residencia.
Finalmente, la abogada insistió en que mentir en solicitudes públicas, como beneficios sociales, puede arruinar permanentemente un proceso migratorio, pues el gobierno revisa redes sociales y registros estatales.
Su mensaje final fue claro:
“Este no es el momento de errores. Es el momento de hacer todo correctamente y cuanto antes.”
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