Cartel de boxeo profesional en Varadero: giro repentino de la negación al deseo en Cuba
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 20 de noviembre de 2025
El cartel de boxeo profesional anunciado para este viernes en Varadero no solo representa un evento deportivo: es, sobre todo, un termómetro político y cultural del viraje que vive el deporte cubano. Un giro que, hasta hace muy poco, la prensa oficial negaba con firmeza, calificando cualquier aspiración profesional como “desviaciones”, “tentaciones del mercado” o incluso “prostitución del deporte”. Hoy, en cambio, esos mismos espacios mediáticos celebran con expectativa y hasta con euforia la llegada de boxeadores profesionales y la idea de que Cuba “debe insertarse en todos los niveles del boxeo mundial”. Un discurso que contrasta de manera casi grotesca con décadas de rechazo absoluto.
La cartelera de Varadero funciona como excusa perfecta para esa metamorfosis narrativa. De repente, los medios hablan de “ventanas de oportunidad”, “nuevas experiencias”, “apertura necesaria” y “la importancia de competir con los mejores”. Palabras que hace solo un par de años habrían sido impensables en boca de comentaristas que repetían, sin cuestionar, la vieja consigna de que el boxeo profesional era un mundo corrupto y ajeno a la “pureza” del deporte revolucionario.
El contraste no solo revela incoherencias: evidencia la improvisación. Porque mientras figuras del boxeo cubano triunfan fuera del país—muchos de ellos tras sufrir los costos del exilio deportivo y mediático—, ahora se habla desde dentro como si ese pasado jamás hubiera existido. La prensa oficial especula, fantasea y se apropia del impulso profesional como si hubiese sido una idea propia, olvidando años de censura sistemática, de prohibiciones y de sacrificios impuestos a varias generaciones de talentos.
El cartel de Varadero será, sin dudas, llamativo. Pero su mayor significado no está sobre el ring, sino fuera de él: es el símbolo más reciente de un país que, presionado por la realidad, intenta reescribir su relación con el deporte profesional. Un intento tardío, contradictorio y marcado por el oportunismo, donde quienes ayer negaban todo ahora miran al profesionalismo como salvación.