La provincia de Holguín inauguró este miércoles una nueva conexión aérea con Alemania, un paso que las autoridades locales presentan como un intento por revitalizar la llegada de visitantes europeos al oriente cubano en medio de una temporada alta que supone grandes exigencias para el sector turístico.

El vuelo, procedente de Frankfurt del Meno, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Frank País García, donde se organizó un programa de bienvenida, según informó Yuset Vargas Ricardo, delegada del Ministerio de Turismo en la provincia. La funcionaria destacó que la apertura de esta ruta se inscribe en un momento crucial para la economía local y para un destino que busca recuperar parte de su flujo internacional.

Vargas Ricardo explicó que esta etapa alta exige una preparación más rigurosa en infraestructura, servicios aeroportuarios y calidad de la atención al cliente. Subrayó que el territorio enfrenta importantes desafíos, pero también oportunidades para mostrar el potencial turístico de Holguín, uno de los polos más visitados del país por su oferta de sol, playa y naturaleza.

Por su parte, Miguel Andrés Peña Peña, director del aeropuerto holguinero, adelantó que la terminal prevé manejar unas 60 operaciones internacionales por semana durante los meses de mayor afluencia. Además del nuevo enlace con Frankfurt, se incorporarán vuelos provenientes de la República Checa y se mantendrá la operación con Moscú, con una frecuencia aproximada de cada diez días. También aumentarán las conexiones desde Canadá, mercado que continúa siendo el principal emisor de turistas hacia la isla.

Sin embargo, esta nueva ruta aérea llega en un contexto particularmente complejo para la industria turística cubana. Los apagones prolongados, que afectan tanto a polos urbanos como a destinos de playa, continúan generando preocupación entre visitantes y turoperadores. Las interrupciones eléctricas impactan directamente en la calidad del servicio hotelero, la operatividad aeroportuaria y la percepción de seguridad y confort del viajero, elementos esenciales para un destino que aspira a recuperar los niveles de afluencia previos a la pandemia.

A ello se suma la presencia sostenida de arbovirosis como el dengue y la chikungunya, que han experimentado picos en varias provincias durante 2024 y 2025, así como el profundo deterioro económico que vive el país. La escasez de insumos, el desabastecimiento generalizado y el encarecimiento del costo de vida han debilitado la infraestructura turística y limitado la capacidad de respuesta del sector. Aunque la apertura de nuevas rutas áreas es positiva, la recuperación del turismo en Cuba depende, cada vez más, de resolver estas crisis estructurales que continúan afectando la experiencia del visitante y frenando el atractivo del destino.

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