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MININT culpa a EE. UU. por el auge del “químico”, mientras crece la evidencia de producción y tráfico internos

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 6 de diciembre de 2025

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Autoridades del Ministerio del Interior (MININT) volvieron a presentar el consumo de drogas en Cuba como un fenómeno “importado” desde Estados Unidos y otros países, al tiempo que reconocieron el peso creciente de la sustancia sintética conocida popularmente como “el químico”.

En una conferencia de prensa reseñada por el Noticiero Nacional de Televisión (NTV), el coronel Juan Carlos Poey Guerra, jefe del órgano especializado antidrogas del MININT, aseguró que el mercado ilícito en la Isla experimenta un “mayor impacto de las drogas sintéticas conocidas comúnmente como químicos o papelillos que proceden del exterior, de Estados Unidos”. Según detalló, entre 2024 y lo que va de 2025 se han “obstaculizado 72 operaciones con disímiles tipos de drogas”, procedentes de 11 orígenes distintos, entre ellas marihuana, cocaína, metanfetamina y cannabinoide sintético.

No obstante, el propio oficial reconoció que las principales fuentes de suministro interno pasan por “incidencias que pudieran vulnerar la frontera, el escamoteo de recalos y el cultivo de marihuana”, una admisión que deja entrever dinámicas más complejas que la narrativa de simples “drogas importadas”.

El NTV presentó la comparecencia como una reafirmación de la política de “tolerancia cero a las drogas”, centrada—según el discurso oficial—en generar “una cultura de rechazo” al consumo y tráfico de estupefacientes. Pero mientras las autoridades insisten en subrayar el origen externo del fenómeno, el llamado “químico” continúa expandiéndose, sobre todo entre jóvenes y personas vulnerables.

Esta sustancia, descrita por AFP como “un cannabinoide sintético altamente adictivo, más barato y potente que la marihuana”, se comercializa en pequeñas dosis impregnadas en hierbas o papel. Su precio ronda los 100 pesos cubanos, lo que la convierte en una de las drogas más accesibles para sectores precarizados. La mezcla puede incluir fármacos como carbamazepina, benzodiacepinas, anestésicos para animales e incluso formol, fentanilo y fenobarbital, según explicaron especialistas de la televisión estatal.

Los “cocineros” clandestinos diluyen la mezcla y la aplican mediante un espray a hojas o papel, lo que da origen a los nombres de “químico” y “papelito”. La directora del Centro de Deshabituación de Adolescentes del Ministerio de Salud Pública, Elizabeth Céspedes, alertó que la droga provoca efectos que van desde euforia, somnolencia y vómitos hasta convulsiones, taquicardias, arritmias graves y una distintiva “marcha tipo zombi”, ampliamente documentada en videos compartidos en redes sociales.

A pesar de que La Habana insiste en que los “papelillos” tienen su origen principal en Estados Unidos, la evidencia divulgada por medios estatales e independientes apunta también a un notable componente de producción y tráfico internos. Reportes de La Demajagua han documentado el traslado de drogas sintéticas entre municipios orientales por ciudadanos cubanos y el hallazgo de papelillos en viviendas de Bayamo, sugiriendo redes locales de fabricación y distribución.

Asimismo, investigaciones de AFP y portales independientes han confirmado que la elaboración clandestina del químico en Cuba emplea mezclas de fármacos y sustancias altamente peligrosas como el fentanilo, un opioide responsable de decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos y otros países.

Mientras el Gobierno sostiene su narrativa geopolítica, la falta de datos verificables sobre decomisos de precursores, rutas concretas o estudios toxicológicos alimenta la incertidumbre en la población. Hasta el momento, las autoridades no han divulgado informes técnicos sobre la composición real de estas sustancias ni sobre la magnitud del fenómeno, pese a su impacto creciente en la salud pública y en la vida cotidiana de comunidades enteras.


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