Un intento de robo de arroz en la ciudad de Cárdenas, Matanzas, quedó frustrado gracias a una ronda de supervisión realizada durante la madrugada en el Consejo Popular Pueblo Nuevo. La información fue dada a conocer por la página de Facebook Con Todos La Victoria, que detalló que los responsables del intento de sustracción eran, irónicamente, los mismos encargados de custodiar el producto.

Según la denuncia, un agente municipal realizaba su recorrido habitual cuando sorprendió a tres custodios de la Empresa Municipal de Alimentos (EMPA) justo en el momento en que intentaban forzar la puerta de uno de los almacenes. Su objetivo: sustraer sacos de arroz, un alimento que, además de ser deficitario en todo el país, está destinado a la canasta básica de la población.

Los implicados fueron identificados como Dioslany Alemán Ramos, Rolando González Martínez y Yoenyel Chacón Bisset. Los tres enfrentan ahora un proceso penal por el delito de robo con fuerza en grado de tentativa. Lo que parecía, para ellos, una oportunidad de “coger mangos bajitos” terminó convirtiéndose en un grave problema legal.

El hecho ha generado indignación entre los vecinos y usuarios de redes sociales, pues no se trata solo de un intento de robo, sino de la participación directa de trabajadores cuya función precisamente es garantizar que estos productos lleguen a la población. En un contexto de fuerte escasez de alimentos y largas colas para obtener los productos normados, la idea de que los propios custodios intenten robar arroz añade más frustración al malestar cotidiano.

La información señala que es imposible calcular a cuánto habría ascendido el desfalco si el robo se hubiera consumado. Considerando que este tipo de almacenes suele resguardar grandes cantidades destinadas a varios núcleos familiares, el daño habría sido significativo para un municipio que ya enfrenta dificultades para garantizar la distribución regular de alimentos.

Este incidente también saca a relucir un problema recurrente dentro del sistema de almacenamiento y distribución estatal: la falta de control interno, la corrupción y la creciente tentación que representan los productos básicos en un país donde casi todo escasea. Casos como este dejan en evidencia que, en muchas ocasiones, la vulnerabilidad no proviene de delincuentes externos, sino de quienes operan dentro del propio sistema.

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