El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este viernes que planea hablar pronto con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en un contexto de fuerte despliegue militar estadounidense en la región. “Hablaré con él en un futuro no muy lejano… No puedo decir qué, pero tengo algo muy específico que decir”, afirmó Trump durante una entrevista con Brian Kilmeade de Fox News.

Aunque el mandatario se negó a ofrecer detalles, subrayó que Estados Unidos estará “muy involucrado” en los próximos pasos respecto a Venezuela. Este anuncio se produce en paralelo a la operación Lanza del Sur, un despliegue militar considerado el más importante del país en el Caribe en años recientes.

El portaaviones USS Gerald R. Ford lidera esta misión, que incluye intensas maniobras de aeronaves F-35 desde Puerto Rico y sobrevuelos de bombarderos B-52 cerca de aguas venezolanas. El objetivo declarado por Washington es desmantelar lo que denomina el Cártel de los Soles, vinculado al régimen de Maduro y señalado por Estados Unidos como responsable del narcotráfico internacional.

El propio Maduro ha mostrado apertura al diálogo con su homólogo estadounidense. En declaraciones televisadas, el presidente venezolano aseguró: “Cualquiera que quiera hablar con Venezuela lo hará cara a cara” y destacó que “solo a través del diálogo se pueden buscar puntos en común en temas de interés mutuo” y alcanzar la paz.

La tensión diplomática coincide con la estrategia estadounidense de presión sobre Caracas, que incluye la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida por la captura de Maduro y la designación inminente del Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera. Esta medida, que entrará en vigor el próximo lunes, coloca al grupo criminal al mismo nivel que otras amenazas prioritarias para la seguridad estadounidense.

Trump también dejó entrever que se han evaluado opciones militares en Venezuela, pero que la presión diplomática y económica podría ser suficiente para forzar cambios sin recurrir a la acción directa. “Él ha hecho un daño tremendo a nuestro país”, indicó el presidente estadounidense, refiriéndose a Maduro, al tiempo que mantiene abierta la puerta para negociaciones futuras.

Expertos en política internacional señalan que la combinación de presión militar y apertura al diálogo refleja la estrategia de Washington de mantener la máxima influencia sobre la región sin escalar a un conflicto abierto. Además, el despliegue de fuerzas aéreas y navales envía un mensaje claro a aliados y adversarios sobre la capacidad operativa de Estados Unidos en el Caribe.

Mientras tanto, Caracas mantiene una postura cautelosa. Maduro ha enfatizado que cualquier acuerdo debe garantizar la soberanía del país y la paz en la región. La expectativa de un posible encuentro con Trump genera atención internacional, ya que podría marcar un cambio en la dinámica entre Estados Unidos y Venezuela, después de años de tensiones y sanciones cruzadas.

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