El precio de la gasolina en Estados Unidos cayó esta semana por debajo de los 3 dólares por galón por primera vez desde mayo de 2021, un hecho que marca un respiro para millones de conductores tras años de altos costos y presión inflacionaria. El descenso, confirmado por datos de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA), se produce en un contexto económico todavía marcado por la preocupación por la asequibilidad de bienes básicos, pero introduce una señal positiva para los consumidores.
Según las cifras más recientes, el promedio nacional se ubica ligeramente por debajo de los 3 dólares, luego de registrar una caída aproximada de seis centavos solo en la última semana. En comparación con el mismo período del año pasado, cuando el promedio rondaba los 3,05 dólares por galón, el precio actual resulta ligeramente inferior, aunque la diferencia no es drástica. Aun así, el cambio tiene un impacto directo en el gasto cotidiano de los hogares, especialmente en aquellos que dependen del automóvil para trabajar o desplazarse largas distancias.
La reducción no es uniforme, pero sí ampliamente extendida. Más de 30 estados ya reportan precios por debajo de los 3 dólares, y en al menos 18 el costo promedio del galón se sitúa incluso por debajo de los 2,75 dólares. Entre ellos figuran Nuevo México, Carolina del Sur, Wisconsin, Iowa y Colorado, estados donde el alivio en los surtidores es más evidente y ha sido recibido con optimismo por los conductores.
Este escenario contrasta de forma notable con lo ocurrido en 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania provocó una fuerte sacudida en los mercados energéticos globales. En aquel momento, el precio de la gasolina en Estados Unidos superó por primera vez en la historia los 5 dólares por galón, lo que llevó al entonces Gobierno a liberar reservas estratégicas de petróleo para contener la escalada. Aquel episodio dejó una huella duradera en la percepción pública sobre la vulnerabilidad del país frente a crisis externas en el sector energético.
Bajo la actual presidencia de Donald Trump, la caída del precio de la gasolina se ha convertido rápidamente en un tema de debate político. La Casa Blanca ha señalado factores como el aumento de la producción interna, una mayor estabilidad en los mercados internacionales y una menor presión sobre la demanda como elementos que explican la tendencia a la baja. Analistas energéticos, por su parte, advierten que también influyen variables estacionales y que los precios podrían fluctuar nuevamente en los próximos meses.
Aun con esas advertencias, el descenso por debajo de los 3 dólares representa un alivio tangible para los consumidores y podría tener efectos colaterales positivos en otros sectores de la economía, al reducir costos de transporte y logística. Para muchas familias estadounidenses, pagar menos en la gasolinera significa un pequeño pero significativo margen adicional en un presupuesto todavía tensionado por años de inflación elevada.
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