El estudiantado de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales (FAMCA) de la Universidad de las Artes (ISA) ha decidido renunciar a su participación en el grupo multidisciplinario creado por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA). Este espacio, que pretendía canalizar las protestas por el reciente aumento de tarifas, ha sido calificado por los estudiantes como un “espacio excluyente y condicionado” que no responde a sus demandas legítimas ni representa a toda la comunidad universitaria.
En una carta pública, difundida a través de las redes sociales de la Facultad, los estudiantes denuncian que las reuniones se desarrollan en instalaciones de ETECSA y bajo sus términos, sin la inclusión de profesores ni especialistas externos. Según ellos, esto “impone una ruta no de evaluación de responsabilidades, sino de fortalecimiento empresarial y negociación de prebendas que excluyen a amplios sectores de la población.”
Frente a esta situación, reiteran que esta dinámica “es inaceptable hasta que no se reviertan, al menos temporalmente, las medidas tarifarias impuestas unilateralmente el 30 de mayo de 2025.”
Además, subrayan que solo reconocerán “una comisión organizada por estudiantes, profesores y especialistas de la sociedad civil” que evalúe con transparencia la responsabilidad de las autoridades involucradas en el tarifazo.
En su declaración, denuncian también la presión y hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado contra varios activistas, lo cual confirma, a su juicio, “la actitud vertical y agresiva de las autoridades frente a un movimiento estudiantil pacífico que no abandona el camino del diálogo.”
exigencias de diálogo inclusivo y rechazo al tarifazo de ETECSA
Ante la creciente represión, algunos estudiantes han decidido retirarse temporalmente del activismo para proteger su integridad física, mientras la Facultad ha optado por no impulsar acciones independientes hasta lograr un consenso con otras universidades. La comunidad estudiantil insiste en que la respuesta debe basarse en la integración entre la universidad y la sociedad civil para enfrentar de manera conjunta el aumento de tarifas, que afecta gravemente el acceso a los servicios digitales en todo el país.
Este rechazo de FAMCA se suma a un contexto más amplio de descontento en otras universidades cubanas, donde el encarecimiento de los servicios digitales limita el acceso a la información y dificulta la actividad académica y profesional de los jóvenes.
ETECSA, por su parte, se mantiene firme en la defensa de sus tarifas, argumentando la necesidad de sostenibilidad económica, una postura que ha profundizado el malestar y mantenido viva la protesta estudiantil.
Los estudiantes de la Facultad de Medios Audiovisuales llaman a un diálogo abierto, inclusivo y con representación plural, que permita revisar las medidas tarifarias y garantice un acceso justo y equitativo a las telecomunicaciones, vitales para la educación y el desarrollo social. Esta posición se erige como un llamado a la participación democrática y al respeto por las voces que exigen justicia y transparencia en un contexto marcado por la exclusión y la represión.
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