La indignación ha explotado en Sancti Spíritus por la presencia de animales vivos en el agua que llega a los hogares. Vecinos reportan gusarapos, lombrices, caracoles e incluso peces saliendo de las tuberías, en lo que debería ser agua potable.
En redes sociales, las denuncias se multiplican con imágenes y testimonios que revelan una realidad alarmante: la falta de tratamiento del agua está generando una crisis sanitaria silenciosa pero persistente.
“Yo estoy lavando y el agua está llena de bichos, por Dios, se mueven, están vivos... ¿será que el agua viene directo del río?”, escribió Yanalli González Domínguez en Facebook, en una denuncia que desató una oleada de reacciones. Misleidy González agregó que incluso “pececitos” salían por la tubería, mientras que otros usuarios, como Yureibys Torresilla y Lourdes Moreno, describieron cómo los bichos aparecen al abrir los grifos, llegando incluso a caer en el lavamanos o mezclarse con el agua usada para cepillarse los dientes.
"Nos están matando poco a poco", afirmó José A. Rodríguez, quien debe limpiar cada dos días los filtros caseros que se tapan con residuos orgánicos. “Nada sirve y lo más lindo es que no protestes, porque te llaman gusano”, ironizó Mari Batista Lorenzo, reflejando el hartazgo colectivo.
La situación no se limita a Sancti Spíritus. En otras provincias como Mayabeque y Santiago de Cuba, miles enfrentan cortes prolongados, agua turbia o simplemente la ausencia total del servicio.
Según datos oficiales, el número de personas que dependen del suministro en pipas se ha duplicado. Las autoridades reconocen que muchos acueductos están fuera de servicio y que las condiciones para ejecutar nuevas conexiones son limitadas.
La prolongada sequía, los apagones y el deterioro de la infraestructura agravan la crisis. Aunque el gobierno ha anunciado proyectos para mejorar la red hidráulica, los resultados no se ven. Mientras tanto, la población debe colar el agua con métodos caseros, hervirla o, en muchos casos, evitar cocinar con ella por miedo a enfermedades.
"Como puercos nos tienen viviendo", denunció Jorge Bello. “Es un asco”, concluyó Yalily Del Sol, quien asegura que no usa esa agua ni para cocinar. La salud pública está en riesgo y las soluciones no llegan.
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