Un grupo de 17 ciudadanos cubanos, entre ellos dos menores de edad y una persona de la tercera edad, permanece retenido desde la noche del pasado sábado 9 de agosto en el Aeropuerto Internacional de Viru Viru, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. La situación ha generado preocupación por el riesgo de deportación inmediata a Cuba, según informó Reporte Cuba Ya.
Los cubanos, que viajaban con destino final a Nicaragua y Brasil, hicieron escala en Santa Cruz, donde las autoridades migratorias bolivianas les impidieron continuar su itinerario. El argumento oficial fue que sus pasajes y reservas de alojamiento eran falsos, pese a que todos presentaron visas legales de turista, trabajo o tránsito emitidas por el consulado boliviano en Cuba.
Según denuncian los afectados, no recibieron explicaciones claras al momento de la retención y fueron acusados de ingresar ilegalmente al país, a pesar de que, en términos migratorios, nunca salieron de la zona de tránsito internacional. La abogada Lavive Müller, representante de dos de los detenidos, acudió al aeropuerto para exigir detalles, pero no obtuvo respuestas concretas de Migración.
La situación ha dejado al grupo en condiciones precarias. Permanecen en una sala del aeropuerto sin recursos económicos y con acceso limitado a alimentos. “Tenemos hambre, no somos delincuentes. Entramos con todos los papeles al día… lo único que pedimos es que se nos trate como seres humanos”, declaró uno de los retenidos.
Entre ellos hay personas que vendieron todas sus pertenencias en Cuba para costear el viaje, con la esperanza de reunirse con familiares y mejorar su calidad de vida. El regreso forzado a la isla implicaría no solo quedarse sin hogar, sino también enfrentar posibles represalias por haber visibilizado su caso públicamente.
Uno de los migrantes expresó que la incertidumbre es total: “Nos dicen que no fuimos admitidos en Bolivia, que no podemos continuar y que debemos contactar con ACNUR o CONARE, pero mientras tanto seguimos aquí, encerrados y sin una solución clara”.
El caso ha despertado solidaridad entre cubanos dentro y fuera de la isla, que han difundido la situación en redes sociales y han pedido a organizaciones humanitarias internacionales que intervengan. Sin una respuesta rápida, el grupo podría ser deportado en cualquier momento, lo que marcaría un duro revés en sus planes de emigrar y ponerlos en una situación de vulnerabilidad extrema.