Familiares, amigos y vecinos despidieron en el Cementerio Santa Ifigenia a Abraham, un joven preso que falleció en la prisión de máxima seguridad de Boniato, en Santiago de Cuba.
La muerte de Abraham ha generado gran conmoción, principalmente por las versiones contradictorias ofrecidas por las autoridades sobre las causas de su fallecimiento.
Inicialmente, se informó que Abraham murió por asfixia; sin embargo, horas después las autoridades cambiaron la versión, alegando que la causa fue un infarto.
Antes, también se habló de ataques epilépticos. Esta sucesión de cambios ha provocado desconfianza entre los familiares, quienes denuncian que tanto médicos como militares han evitado ofrecer una explicación clara, atribuyendo responsabilidades unos a otros.
Testimonios recogidos de otros presos en Boniato apuntan a la posibilidad de que Abraham fuera asesinado por militares, aunque esta información no ha podido ser confirmada por fuentes independientes debido al hermetismo que rodea el caso.
Los familiares también expresaron su consternación por el estado en que se encontró el cuerpo.
Uno de ellos relató que “parecía un puerco que lo abrieron por todos lados.
Siempre le hacen una costura por delante, pero esta vez fue por la espalda”. La autopsia, realizada en el Hospital Oncológico de la ciudad el único centro que realiza este tipo de exámenes en Santiago no ha aclarado las causas de la muerte, ya que los allegados no han recibido el informe forense ni se les ha permitido acceder a una investigación independiente.
En el sepelio, la tristeza y la rabia se hicieron sentir entre los asistentes, quienes exigieron justicia y transparencia. “No vamos a callar, queremos saber la verdad de lo que pasó.
Cambiaron las causas tres veces, eso es sospechoso”, declaró un familiar presente en el funeral.
Este caso se suma a una larga lista de muertes bajo custodia en Cuba que permanecen sin respuestas claras, marcadas por el silencio oficial y la ausencia de investigaciones transparentes. Mientras tanto, en Santiago de Cuba se entierra a Abraham, pero no las dudas ni el reclamo por la verdad.
Fuente: Yosmany Mayeta Labrada Perfil de Facebook