El Dr. Perdomo, reconocido como el único pediatra cardiólogo en la provincia de Guantánamo, ha recurrido recientemente a las redes sociales para solicitar ayuda ante su situación crítica, según dijo en su perfil de Facebook La Tijera.
Tras una vida dedicada a la salud de los niños cubanos, hoy, con 60 años, enfrenta dificultades que van más allá de la enfermedad y reflejan la falta de apoyo estatal a profesionales esenciales.
Según su propio testimonio, el médico vive junto a su familia en una vivienda en peligro de derrumbe, y tras la tormenta que azotó Guantánamo el pasado 15 de agosto, su colchón quedó destruido, sin que hasta la fecha haya recibido ninguna asistencia.
La publicación en redes sociales buscó visibilizar su caso y alertar sobre la vulnerabilidad de los profesionales de la salud en la provincia, que a pesar de su experiencia y trayectoria, enfrentan carencias materiales extremas.
Usuarios que han comentado la publicación resaltan que el Dr. Perdomo ha salvado innumerables vidas de niños cubanos y que, en cualquier otro país, gozaría de condiciones dignas y apoyo estatal garantizado.
Sin embargo, en el contexto cubano, muchos médicos y especialistas enfrentan situaciones de abandono que afectan directamente su vida personal y profesional.
El caso del Dr. Perdomo evidencia problemas estructurales en la atención a los profesionales de la salud, incluyendo la falta de vivienda digna y recursos básicos.
Mientras los especialistas cumplen un rol fundamental en el bienestar de la población, muchos se ven obligados a buscar ayuda a través de plataformas digitales, exponiendo públicamente su situación para poder sobrevivir.
Además, la situación ha generado críticas sobre la priorización de recursos y el contraste entre la atención a los funcionarios de la cúpula política y el abandono a quienes brindan servicios esenciales a la comunidad.
La historia del Dr. Perdomo ha provocado un amplio debate sobre la dignidad de los trabajadores de la salud en Cuba y la necesidad urgente de políticas que garanticen sus derechos.