Una denuncia difundida en redes sociales desata indignación y preocupación sobre la crisis sanitaria en Cuba. Ismary Bacallao compartió el testimonio de una mujer de 84 años ingresada en el hospital de Vertientes, Camagüey.
La señora padece linfangitis en una pierna y enfrenta un panorama alarmante debido a las condiciones del centro médico.
Según la denuncia, al llegar al hospital, la anciana fue recibida con una pregunta insólita: si tenía dinero para comprar los medicamentos que necesitaba. Esta situación refleja el deterioro del sistema de salud en la Isla, donde en lugar de atención gratuita y garantizada, los pacientes y sus familiares se ven obligados a costear tratamientos y recursos básicos.
Las imágenes compartidas muestran un entorno carente de higiene, que agrava aún más el cuadro de vulnerabilidad de los enfermos. En particular, se señala que no solo el área donde está ingresada la anciana presenta problemas, sino también otras salas, como la destinada a embarazadas, las cuales son descritas como de alto riesgo sanitario.
“Una seguidora del periodista Mario Pentón fue quien alertó sobre el caso, enviando la denuncia y una fotografía que evidencia la gravedad de lo que está ocurriendo”, subrayó Bacallao en su publicación.
Las reacciones en Facebook no se hicieron esperar. Usuarios como Silvia Veliz comentaron con repulsión: “¿Qué es eso? ¡No serán cucarachas! Otros, como Olguita García, expresaron indignación ante lo que describen como “un asco más grande”, mientras que Thamara Fernández Mendoza respondió con ironía mediante un GIF, reflejando la frustración y la impotencia que genera la situación.
Este caso se suma a numerosos reportes ciudadanos que circulan en redes sociales, los cuales exponen la crisis del sistema hospitalario cubano. La falta de medicamentos, insumos, higiene y personal capacitado ha convertido a muchos hospitales en espacios inseguros para los pacientes, poniendo en entredicho la capacidad de respuesta del sistema de salud de la Isla.
“Las denuncias como esta son un reflejo de la dramática realidad que viven miles de familias cubanas, obligadas a enfrentar enfermedades graves en condiciones indignas y sin el respaldo efectivo de un sistema que debería protegerlas”, señala la publicación.
La historia de esta anciana en Camagüey ha encendido nuevamente el debate sobre el colapso del sector sanitario en Cuba y la urgencia de visibilizar lo que ocurre en hospitales donde la precariedad se ha vuelto la norma.
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