Los Angeles Dodgers vivieron este jueves 19 de junio una jornada muy distinta a la habitual. Mientras se preparaban para enfrentar a los San Diego Padres en su casa, el Dodger Stadium, una operación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) desató una inesperada tensión.
Un grupo de agentes federales, en su mayoría con el rostro cubierto y armamento táctico, intentó ingresar a los estacionamientos del estadio, alegando motivos operativos. La respuesta del equipo fue firme: negaron el acceso.
En un comunicado compartido en sus redes oficiales, los Dodgers confirmaron que ICE solicitó entrar a las instalaciones, pero que, por decisión institucional, se impidió su ingreso. “Esta mañana, agentes de ICE llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada”, fue la declaración publicada. Más tarde, la franquicia aseguró que el partido de esa noche se jugaría con normalidad.
"La postura del equipo se volvió rápidamente un símbolo de resistencia ante una política migratoria que ha generado angustia y división. En un momento en que miles de inmigrantes viven bajo amenaza de deportación, los Dodgers enviaron un claro mensaje: su casa es también casa de su comunidad."
El suceso generó gran repercusión mediática. Medios locales y nacionales cubrieron los detalles, y líderes políticos se pronunciaron. Una de las primeras en llegar al lugar fue la concejala Eunisses Hernández, quien expresó su indignación ante la redada. Señaló que las empresas privadas, como los Dodgers, tienen derecho a impedir el ingreso de fuerzas federales a sus instalaciones, y pidió que los agentes abandonaran el área.
También hubo reacciones dentro del equipo. Enrique "Kike" Hernández, figura de los Dodgers, manifestó su apoyo a la comunidad inmigrante en redes sociales: “Estoy triste y furioso por lo que está sucediendo en nuestro país y nuestra ciudad. No puedo soportar ver así a nuestra comunidad”, escribió.
Este hecho se enmarca en un contexto nacional cada vez más polarizado por la crisis migratoria. Lo ocurrido en el Dodger Stadium no es sólo una nota de béisbol: es una declaración de principios de una institución deportiva que decidió estar del lado de los suyos, incluso cuando eso implica enfrentar al gobierno.
La historia sigue en desarrollo, y se espera que los Dodgers anuncien acciones de respaldo a las comunidades vulnerables de Los Ángeles.
Fuente y foto: Swing Completo
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