Un lamentable suceso estremeció la tarde de hoy al poblado de Yabú, en la carretera que une Santa Clara con Sagua la Grande, provincia de Villa Clara.
Una joven de apenas 21 años, miembro de la Policía Nacional, tomó la drástica decisión de poner fin a su vida, según reportó en su perfil de Facebook la página Nio Reportando un Crímen.
De acuerdo con testimonios recogidos, la joven habría discutido previamente con su pareja, quien también se desempeña como oficial de la PNR.
Tras el altercado, intentó lanzarse desde un tercer piso, pero finalmente consumó el acto delante de sus propios padres, lo que convirtió la escena en una experiencia aún más dolorosa para la familia.
Entre los testigos se encontraba su madre, quien es invidente, y cuya impotencia al no poder evitar la tragedia ha conmovido profundamente a vecinos y allegados.
La comunidad se encuentra consternada, describiendo a la joven como una persona estimada y respetada en su barrio.
Pocos minutos después del hecho, llegaron al lugar varias patrullas policiales y vehículos oficiales, generando gran movimiento en la zona.
Sin embargo, hasta el momento, no se han ofrecido declaraciones oficiales ni se ha revelado públicamente la identidad de la víctima, lo que ha incrementado el desconcierto en redes sociales.
Este trágico episodio se suma a otros casos recientes que reflejan la fragilidad emocional y las tensiones que atraviesan muchos jóvenes en Cuba, incluso dentro de instituciones como la propia policía.
Especialistas en salud mental han insistido en la necesidad de reforzar los espacios de apoyo psicológico y abrir canales de acompañamiento para prevenir que situaciones críticas desemboquen en desenlaces fatales.
La pérdida de una vida tan joven deja a una familia enlutada y a una comunidad entera marcada por el dolor.
Sus amigos y vecinos, que aún no logran asimilar lo ocurrido, han llenado las redes de mensajes de consternación y pésame, recordándola como una muchacha noble y querida.
La tragedia en El Yabú vuelve a encender las alarmas sobre el impacto de los conflictos personales y la carencia de asistencia psicológica efectiva en la sociedad cubana actual.