Cuba amanece nuevamente bajo la sombra de una crisis energética que no da tregua. Para esta noche de viernes, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) pronosticó apagones generalizados por un déficit de 1.720 MW, cifra que implica que cerca de la mitad del territorio nacional permanecerá a oscuras.
La situación es producto de la combinación de averías, mantenimientos prolongados y una profunda escasez de combustible que afecta incluso a las plantas de generación distribuida.
La capacidad de generación en la madrugada apenas alcanzó los 2.000 MW, frente a una demanda que llegó a los 3.150 MW, lo que provocó una afectación del 37% de la energía requerida.
Para el mediodía, el déficit ya se calculaba en 1.650 MW, con la previsión de que la noche alcanzara el alarmante pico de 1.720 MW. Las causas principales radican en la salida de servicio de unidades esenciales como las de la CTE Mariel, Nuevitas, Renté y Felton, sumadas al mantenimiento en Santa Cruz y Carlos Manuel de Céspedes.
La crisis se agrava con la escasez de combustible que afecta a 57 centrales de generación distribuida, dejando en claro que no se trata de un problema puntual, sino de una falla estructural.
Mientras tanto, los 25 parques solares fotovoltaicos aportaron solo 2.674 MWh, con una potencia máxima de 451 MW, una contribución insuficiente para sostener la creciente demanda.
"Es un desastre, parece que solo resuelven cuando quieren", expresó Niurka Pérez, una ciudadana afectada por apagones de hasta 15 horas. En redes sociales, la indignación es palpable. Algunos usuarios señalan que el combustible destinado a la electricidad se estaría desviando a eventos políticos, especialmente tras las recientes celebraciones del natalicio de Fidel Castro.
María Isabel Pérez acusó directamente al gobierno de sacrificar el bienestar de la población por mantener actos oficiales, mientras el pueblo soporta cortes interminables.
La desigualdad en las afectaciones también alimenta el malestar. Ingrid Caballero denunció que en determinadas regiones los cortes son mínimos, mientras en otras las interrupciones superan las 15 horas diarias.
“El déficit está aumentando como la espuma y no hay respuestas claras”, agregó Humberto Torres, quien resume el sentir de muchos: la sensación es de que las autoridades NO solo NO resuelven, sino que priorizan cualquier cosa antes que el suministro eléctrico.
En medio de este escenario, la aparición de anuncios frívolos, como el inicio de la carrera artística de Sandro Castro, nieto del fallecido dictador, ha sido vista como una desconexión absoluta de la realidad. La población, cada vez más cansada de promesas incumplidas, enfrenta un fin de semana donde la oscuridad no solo es física, sino también política y social.
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