Este lunes, parte del legado documental del Instituto Superior de Diseño (ISDi) fue encontrado esparcido como desecho en el parque Carlos J. Finlay y las calles aledañas, en La Habana. La denuncia fue realizada por antiguos estudiantes y activistas a través de las redes sociales, quienes compartieron imágenes de libros, catálogos y tesis arrojados entre los tanques de basura en las inmediaciones de la institución.
El internauta Esteban Aquino, quien indicó en su perfil de Facebook que estudió en el ISDi, compartió con tristeza su testimonio, señalando que el parque Carlos J. Finlay se ha convertido en un vertedero improvisado para los archivos y la biblioteca del instituto. Aquino destacó que los documentos, que fueron “referencia histórica y técnica para la formación académica de los estudiantes”, ahora yacen “esparcidos indiscriminadamente como simple basura”, mientras el edificio de la institución permanece en abandono.
En su publicación, Aquino también citó el artículo 4.1 del Decreto 88 del Diseño Industrial y de Comunicación Visual, cuestionando la falta de acciones para proteger la memoria académica en Cuba. "Me pregunto cuál es la motivación que empuja a estas personas que, supuestamente, se formaron con principios basados en el respeto a la propiedad social, a la educación y a la cultura", reflexionó el exestudiante, señalando la desconexión entre los valores de la formación académica y la actitud de quienes gestionan el patrimonio de la institución.
La denuncia fue replicada por el periódico estatal Cubadebate en su sección "Desde las redes", aunque no se incluyó información adicional. Hasta el momento, el ISDi y el Ministerio de Educación Superior de Cuba no se han pronunciado sobre el caso.
Por su parte, el Observatorio de Libertad Académica (OLA), una organización independiente, condenó lo ocurrido, calificando de "dilapidación" la pérdida de parte del fondo bibliográfico del ISDi. Según el OLA, las ruinas del edificio, antes sede de la enseñanza del diseño en Cuba, se han convertido en un “basurero improvisado”. La organización también expresó su “profundo disgusto” por lo que consideran una desvalorización del patrimonio académico cubano, citando casos similares en otras bibliotecas docentes, como la de la Universidad de La Habana (UH).
El profesor Luis Fidel Acosta Machado reaccionó irónicamente a la situación en Facebook, sugiriendo que, tras lo sucedido en el ISDi, el próximo proyecto sería la construcción de un hotel, a lo que añadió en tono sarcástico: “Gran Hotel Diseño o Gran Hotel Los Diseñadores”.
En marzo de 2022, las autoridades del ISDi ya habían anunciado el cierre de varias instalaciones docentes del edificio debido a “un complicado fallo arquitectónico”. El inmueble, inaugurado en 1984, ha sufrido un deterioro progresivo desde que se clausuró en 2022 por problemas estructurales. En julio de 2024, parte del edificio apuntalado colapsó, y en enero de este año, otra sección se derrumbó, lo que causó que una vecina de 78 años fuera hospitalizada y bloqueó el acceso de cuatro familias a sus hogares.
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