El recién inaugurado complejo privado Celebration Key, en el sur de Gran Bahama, se encuentra bajo el escrutinio público tras registrarse este fin de semana dos muertes por ahogamiento en el transcurso de unas pocas horas.
Las víctimas fueron dos turistas estadounidenses, un hombre de 79 años y una mujer de 74, ambos pasajeros de cruceros de Carnival Cruise Line que habían llegado a las instalaciones el mismo viernes.
El primer caso ocurrió en la playa principal del resort, donde el hombre practicaba esnórquel. Según el informe policial, perdió la conciencia en el agua.
Un salvavidas acudió de inmediato, lo sacó a la orilla e intentó reanimarlo con maniobras de RCP.
Sin embargo, pese a los esfuerzos, fue declarado muerto en el lugar.
Horas más tarde, una mujer de 74 años sufrió un episodio similar mientras nadaba en una piscina del complejo.
Aunque también recibió asistencia inmediata por parte del personal de emergencia, no logró sobrevivir.
La policía confirmó que ambos casos fueron atendidos con rapidez, pero los intentos de salvamento resultaron infructuosos.
El hombre viajaba en el Carnival Mardi Gras, uno de los barcos insignia de la compañía, acompañado por familiares que presenciaron la tragedia.
La mujer, en cambio, formaba parte del pasaje del Carnival Elation, otro crucero que también atracó ese día en Celebration Key.
Los dos incidentes se produjeron frente a cientos de pasajeros, muchos de los cuales relataron en redes sociales la conmoción que causó ver a socorristas y equipos médicos desplegarse en plena jornada vacacional.
La Real Fuerza de Policía de las Bahamas abrió una investigación para esclarecer las circunstancias de ambos fallecimientos.
Se ordenaron autopsias para determinar las causas exactas, ya que todavía no se ha confirmado si las víctimas padecían problemas de salud previos que contribuyeran a los desenlaces fatales.
Las autoridades también anunciaron entrevistas a testigos, personal de seguridad y socorristas del resort para revisar los protocolos aplicados.
En un comunicado oficial, Carnival Cruise Line expresó sus condolencias a las familias afectadas. La compañía informó que su equipo de apoyo a pasajeros, conocido como Care Team, ya se encuentra asistiendo a los allegados en aspectos logísticos y emocionales.
«Un huésped estaba navegando con su familia en el Mardi Gras y otro en el Carnival Elation.
Nuestros pensamientos y oraciones están con los huéspedes y sus familias, y nuestro equipo de atención está brindando asistencia», señaló la naviera.
Celebration Key, inaugurado en 2025, es el primer resort privado de Carnival en las Bahamas y forma parte de una millonaria inversión destinada a atraer turismo de cruceros.
Cuenta con lagunas, parques acuáticos, clubes de playa y restaurantes diseñados exclusivamente para pasajeros de la compañía.
Lo que se esperaba como una experiencia de lujo y exclusividad ha quedado marcado por las dos muertes, que han generado dudas sobre la seguridad en las actividades acuáticas y el nivel de supervisión disponible en las instalaciones.
Las Bahamas reciben cada año millones de turistas que llegan en cruceros, siendo esta actividad uno de los principales motores económicos del archipiélago.
El turismo representa alrededor del 50 % del PIB del país, lo que significa que hechos de este tipo no solo tienen un impacto humano, sino también económico y reputacional.
Especialistas en seguridad turística señalan que, aunque los ahogamientos en complejos de este tipo no son frecuentes, sí ponen de relieve la necesidad de reforzar protocolos de prevención, capacitación de personal y monitoreo constante de los huéspedes.
Lo que debía ser una experiencia inolvidable en el Caribe terminó en tragedia. Dos familias regresarán a casa sin sus seres queridos, mientras Carnival intenta controlar el impacto de lo sucedido y las autoridades locales buscan determinar qué falló.
Por ahora, Celebration Key —que apenas comenzaba a posicionarse como una joya del turismo de cruceros en la región— enfrenta un duro golpe a su imagen internacional.
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