Desde este miércoles, más de un millón y medio de pensionados en Cuba comenzaron a recibir un aumento parcial en sus pensiones, según reporta el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
La medida, adelantada al mes de septiembre, beneficia al 88 % de los jubilados en la Isla, incluyendo a aquellos que perciben pensiones por edad, invalidez y por fallecimiento de un familiar. En total, 1 573 320 cubanos se encuentran dentro del alcance de este ajuste, que busca aliviar la presión económica sobre los adultos mayores.
Las entidades bancarias, oficinas de Correos y las Cadecas fueron preparadas con semanas de anticipación para asegurar que los pagos se realizaran de manera organizada y rápida.
Los jubilados recibirán apoyo dentro de las oficinas y podrán cobrar tanto en ventanilla como a través de cajeros automáticos, con disponibilidad suficiente de efectivo garantizada para cubrir el proceso.
El incremento se establece por tramos de pensión, según la Resolución 14/2025. Quienes cobraban hasta 2 472 pesos recibirán un aumento de 1 528 pesos, mientras que los pensionados con ingresos entre 2 473 y 3 999 pesos verán ajustada su pensión hasta llegar a los 4 000 pesos. En el caso de las pensiones por fallecimiento, el aumento se distribuye entre los beneficiarios según lo estipulado en la Ley de Seguridad Social, aplicándose a la cuantía unificada para quienes tienen derecho a más de una pensión.
El gobierno estima que la medida implicará un gasto anual de 25 000 millones de pesos, equivalentes a dos mil millones mensuales. El primer ministro, Manuel Marrero, indicó que el adelanto responde a la reducción del déficit fiscal aprobada por el Parlamento en julio y publicada en la Gaceta Oficial. Sin embargo, especialistas señalan que el aumento sigue siendo insuficiente frente al costo real de la vida, marcado por una inflación de alimentos superior al 40 % anual.
Con el salario mínimo de 2 100 pesos y un salario medio nacional de 6 506 pesos, la mayoría de los jubilados continúa por debajo de esos niveles pese al ajuste. La paridad cambiaria en el mercado informal, con el dólar por encima de los 400 pesos y el euro en 450, limita aún más el poder adquisitivo.
Una pensión promedio de 4 000 pesos no alcanza ni para adquirir diez dólares en la calle, evidenciando la brecha entre ingresos y necesidades básicas.
La medida ofrece un respiro temporal a los jubilados, aunque persiste la urgencia de reformas estructurales que aseguren ingresos sostenibles y protección frente a la inflación.
Fuente: Periódico Cubano
Fidel Castro y sus Oldsmobiles de lujo, un líder revolucionario con gustos capitalistas
Hace 3 horas