Un hombre de unos cincuenta años sufrió un aparatoso accidente cuando se dirigía en bicicleta hacia su trabajo por una carretera rural.
Aún no amanecía por completo, y la falta de iluminación unida al mal estado de la vía provocó que no viera un enorme bache.
El impacto lo hizo caer de manera violenta, aunque logró levantarse de inmediato.
Sin embargo, tuvo que ser trasladado a un hospital gracias a la rápida acción de un conductor que iba detrás y grabó el momento en video, prestándole auxilio en el acto.
El caso vuelve a poner en evidencia la dramática situación de las carreteras rurales en Cuba, donde miles de trabajadores se desplazan diariamente en bicicleta o a pie para llegar a sus centros laborales.
Los caminos carecen de un adecuado mantenimiento: el asfalto está deteriorado, con baches de gran tamaño que se convierten en trampas mortales, especialmente en horas de oscuridad por la ausencia de alumbrado público.
Estos trabajadores, muchos de ellos campesinos o empleados de sectores estatales, enfrentan diariamente el riesgo de sufrir accidentes.
El transporte público es inexistentes en estas zonas, lo que obliga a usar la bicicleta como medio principal de movilidad.
La combinación de vías deterioradas, mala señalización y carencia de iluminación genera un panorama propenso a tragedias.
El drama no termina en la carretera.
Una vez en el hospital, la situación no mejora. Según denuncias de pacientes y familiares, las instituciones médicas en Cuba atraviesan una crisis severa: falta de insumos básicos como gasas, guantes, medicamentos y antibióticos; equipos rotos o desactualizados; además de condiciones higiénicas deplorables. Para los lesionados en accidentes, la atención se convierte en una odisea, con familias obligadas a comprar lo que falta en el mercado negro o depender de la solidaridad de otros.
En redes sociales, el video del ciclista accidentado provocó indignación. “Da vergüenza que un hombre vaya a trabajar y termine así por un bache”, escribió un usuario. Otro añadió: “En vez de arreglar las carreteras, nos condenan a jugarnos la vida todos los días”.
Mientras tanto, este caso se suma a una larga lista de accidentes que podrían evitarse con mantenimiento vial, alumbrado y un sistema de salud preparado para responder de forma digna.
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