El Chulo volvió a encender las redes y al género urbano cubano tras una explosiva entrevista en el programa Destino Tolk, conducido por el presentador Adriel Fernández.
En el diálogo, el Chulo presumió su vida de lujos en Miami además de lanzar dardos directos a varios de sus colegas.
Sin filtros y con su estilo habitual, el reguetonero detalló que posee tres casas y tres efficiencies en Estados Unidos, además de medio millón de dólares invertidos en prendas y accesorios de lujo.
En cuanto a sus ingresos, aseguró que actualmente gana entre 40 y 50 mil dólares al mes, y que ha cobrado hasta 30 mil por presentación en sus últimos shows. “¿Tú no estás viendo la velocidad con la que yo ando en Miami?”, respondió al ser cuestionado por las comparaciones con otros artistas, haciendo alarde de un estilo de vida que, según él, no muchos pueden igualar.
Pero el dinero y las propiedades no fueron lo único que El Chulo puso sobre la mesa. En medio de tensiones públicas con el productor Roberto Ferrante y enfrentamientos con figuras del género como El Charly, el artista aprovechó para marcar distancia económica y profesional respecto a otros exponentes del reparto.
Mencionó sin rodeos a Chocolate MC, Mawell, Candyman y el propio El Charly, afirmando que ninguno de ellos alcanza su nivel de éxito ni su estabilidad en Estados Unidos. La entrevista se ha hecho viral no solo por la ostentación del cantante, sino por la forma directa y sin tapujos con la que abordó sus conflictos dentro de la industria.
Con 15 años en Estados Unidos, El Chulo asegura haber construido su carrera “jugando con el tiempo y todas las generaciones”, posicionándose como uno de los artistas más constantes de la música urbana cubana en el exilio. Su discurso, polémico y desafiante, genera reacciones divididas: mientras algunos lo celebran por su transparencia y logros, otros lo critican por el tono arrogante y la confrontación abierta con sus colegas.
La polémica se agrava con el reciente robo de su lujoso Rolls Royce, que el artista denunció en redes sociales llamando “ratas inmundas” a los responsables y advirtiendo que si el vehículo no aparece en dos semanas, simplemente se comprará otro. Entre lujos, declaraciones incendiarias y una guerra de egos en aumento, El Chulo parece más enfocado que nunca en dejar claro que, al menos en su mundo, el éxito se mide en propiedades, joyas y cifras en dólares.
El nombre del Chulo es Abel Díaz Rodríguez. Un reguetonero cubano conocido por su estilo directo, su vida de lujos y sus constantes polémicas dentro del género urbano, tanto en Cuba como en la diáspora.
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