Un avión de United Airlines que se dirigía a su puerta de embarque en el Aeropuerto O’Hare de Chicago rozó la cola de otra aeronave de la misma aerolínea el pasado viernes, según informaron autoridades y funcionarios de la compañía.
El incidente no dejó heridos y los 113 pasajeros del Vuelo 2652, procedente de Jackson Hole, Wyoming, pudieron descender normalmente después de un retraso, indicaron portavoces de United en un comunicado oficial. El segundo avión, que estaba detenido en la pista, sufrió un impacto en su estabilizador horizontal.
Bill Marcus, pasajero del vuelo, relató a CBS News Chicago que no se percató de inmediato del roce. “Me sorprendió no haber sentido algo más, aunque cuando separaron los aviones se sintió cierto temblor”, comentó. Tras el incidente, la aeronave tardó aproximadamente 40 minutos adicionales en llegar a la puerta de embarque.
Aunque no se reportaron daños graves ni heridos, el evento vuelve a poner sobre la mesa la seguridad en los aeropuertos y la necesidad de reforzar los protocolos de movimiento de aeronaves en las pistas. En lo que va de mes, Delta Air Lines también sufrió un choque entre dos aviones regionales en LaGuardia, Nueva York, que dejó a un asistente de vuelo con heridas leves.
United Airlines señaló que se realizaron las inspecciones de seguridad correspondientes y que los vuelos posteriores se desarrollaron con normalidad. Las autoridades del aeropuerto confirmaron que la investigación del incidente está en curso para determinar las causas exactas y evitar que se repitan situaciones similares.
Aunque estos incidentes generan alarma mediática, la industria de la aviación estadounidense mantiene altos estándares de seguridad, y la mayoría de los incidentes en tierra no resultan en daños graves ni afectaciones a los pasajeros.
Fuente: AP
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