Foto de ELLE
La relación entre Tom Cruise (63) y la actriz cubana Ana de Armas (37) parece estar pasando de rumor a realidad, a pesar de que ambos mantienen una actitud sumamente reservada sobre el tema. Las imágenes de sus paseos, cenas y escapadas conjuntas han avivado aún más las especulaciones sobre un romance que va tomando forma lejos de los focos de Hollywood… aunque cada vez con más cámaras alrededor.
Curiosamente, ni Cruise ni De Armas se siguen mutuamente en Instagram. Según una revisión reciente de sus perfiles, Ana sí figura entre los más de 14 millones de seguidores del protagonista de Misión Imposible, pero él no le devuelve el follow: ella no aparece entre los escasos 64 perfiles que Cruise sigue, lo que sugiere que, si hay relación, prefieren mantenerla fuera del radar digital.
Aun así, la realidad offline es otra. El pasado 30 de julio fueron fotografiados tomados de la mano en Vermont, en un paseo que incluyó helado, caminata y sonrisas compartidas. Se encontraban en Woodstock, donde Ana posee una exclusiva propiedad valorada en siete millones de dólares. Esta escena, publicada por varios medios, es la más clara hasta ahora sobre el posible vínculo amoroso entre ambos.
Todo habría comenzado en febrero, coincidiendo con la producción del thriller Deeper, dirigido por Doug Liman, en el que ambos compartirán pantalla. Desde entonces, los encuentros se han repetido con frecuencia. Cena de San Valentín en Londres, paseos en helicóptero pilotado por el propio Cruise, caminatas por parques británicos, cenas en restaurantes mexicanos, vacaciones en Menorca y hasta asistencia conjunta al cumpleaños número 50 de David Beckham. Una agenda compartida que parece decir más que cualquier declaración oficial.
Por si fuera poco, People confirmó en julio la separación de Ana de su hasta entonces pareja, Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel. La noticia cerró el círculo de rumores y dejó vía libre para las especulaciones sobre su relación con Cruise.
Una fuente cercana citada por Us Weekly aseguró en mayo que Tom estaba “súper enamorado” de Ana, pero que ambos habían acordado mantener su relación en tono discreto. Sin embargo, a estas alturas, la discreción empieza a tambalearse frente a una sucesión de encuentros románticos que van dejando una huella pública cada vez más visible.
¿Será esta una de las grandes historias de amor inesperadas del año? Por ahora, Cruise y De Armas siguen sin pronunciarse, pero su historia se escribe entre vuelos privados, rodajes intensos y paseos sin declaraciones… pero con muchas miradas.
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