Familiares y presos del penal La Condesa, ubicado en la carretera de Río Seco, municipio Güines, provincia Mayabeque, han denunciado un alarmante brote de hepatitis que afecta a varios pabellones de la prisión, en medio de condiciones de hacinamiento y falta de atención médica adecuada.
Según testimonios recogidos y publicados por Martí Noticias, varios reclusos enfermos están siendo mantenidos juntos con los sospechosos, sin ningún tipo de aislamiento, lo que incrementa el riesgo de contagio.
“Hay un brote y nos tienen a todos mezclados”, dijo un interno que prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias.
Los afectados, según el testimonio, han sido confinados en espacios pequeños y saturados, como una habitación de aproximadamente ocho metros por tres, donde siete personas deben permanecer juntas, sin cumplir con la distancia mínima recomendada para evitar la propagación del virus.
“La distancia no es la requerida porque debemos tener tres metros de distancia, porque si otro está contagiado, con la saliva hablando nos podemos contagiar”, alertó el preso.
La situación empeora con la deficiente atención médica que reciben los internos.
Un recluso relató que solo ven a la doctora una vez al año, y que el único tratamiento disponible para la hepatitis es “alimentación, más nada”. Además, los enfermos positivos son aislados en la llamada “celda 47”, un lugar oscuro y sin luz solar, que funciona como una celda de castigo.
Las condiciones precarias del penal se agravan con los frecuentes cortes de electricidad, que limitan el suministro eléctrico a apenas dos horas al día, afectando las condiciones básicas de higiene y seguridad dentro de la prisión.
Estas denuncias coinciden con recientes declaraciones de la doctora Gretza Sánchez Padrón, directora general de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, quien reconoció en el Parlamento la persistencia de condiciones higiénico-sanitarias deficientes en varias provincias del país, que favorecen la aparición y propagación de enfermedades infecciosas como la hepatitis A.
La periodista Yaima Pardo, de Martí Noticias, fue quien difundió las denuncias de los presos y sus familiares, dando voz a una problemática que las autoridades oficiales parecen minimizar o ignorar.
La grave situación en La Condesa refleja no solo un problema sanitario, sino también la falta de garantías para la vida y la salud de las personas privadas de libertad en Cuba.
Mientras el país enfrenta serias dificultades económicas y sociales, la población carcelaria sufre condiciones de hacinamiento, negligencia médica y riesgo constante de contagio, que exigen atención urgente y un cambio en la gestión penitenciaria.
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