Lo que antes era rutina —viajar a ver a tu mamá, despedirte de un ser querido, visitar tu tierra— hoy puede convertirse en una pesadilla para muchos cubanos con residencia en EE.UU. En los aeropuertos, el miedo ya no es solo al CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza), sino también a las autoridades migratorias cubanas. En ambos casos, el mensaje es claro: o te quedas o te pueden quitar todo. Y por supuesto, esta situación no es solo para cubanos.
El fin de semana pasado, una residente de origen dominicano fue detenida en Fort Lauderdale por “usar la residencia como una visa”. Le dijeron que su patrón de viajes era sospechoso: dos meses en EE.UU., dos en su país.
“Me metieron al cuartico, mi hija llorando y el oficial me dijo: ‘¿Vives en Miami o en Santo Domingo? Porque en los dos no se puede’”, contó entre lágrimas. Aunque logró entrar, se fue con una advertencia clara: si sigue así, podría perder su green card.
Pero mientras unos temen no poder entrar a EE.UU., otros temen no poder salir de Cuba. En los últimos meses, decenas de residentes legales han sido “regulados” por el régimen cubano tras visitar la Isla.
Sin proceso, sin explicación y sin fecha de salida. “Fui a ver a mi madre enferma y cuando quise regresar me dijeron que no podía salir. Solo eso. Que estaba regulado”, dijo un cubano varado en La Habana desde principios de julio.
El drama toca a todos: médicos, ingenieros, jóvenes, madres. Una residente en West Palm Beach viajó al funeral de su abuela y no pudo volver. Le entregaron un papel sin firma ni fecha. “Es como si te borraran los derechos”, dijo.
En paralelo, los abogados en EE.UU. advierten: si tienes asilo o estás en trámite de residencia, ir a Cuba puede ser interpretado como fraude. “Estás diciendo que huyes del régimen, pero vuelves a verlo varias veces al año”, explicó el abogado Ismael Labrador.
Y para colmo, si viajas demasiado fuera de EE.UU., incluso sin pisar Cuba, también te pueden iniciar un proceso para revocarte la residencia. “Una persona que pasa cinco meses fuera, regresa por una semana y se va de nuevo, está en riesgo real”, advirtió otro experto.
¿La conclusión? No hay garantía por tener una green card. Y para los cubanos, ir a Cuba —aunque sea por amor a la familia— puede ser el paso que lo cambie todo.
Una decisión que puede costarte tu libertad, tu estatus o incluso tu vida en EE.UU.
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