La noticia del arribo de tres destructores estadounidenses al Caribe encendió las redes sociales y provocó un intenso debate sobre el alcance de la maniobra.
Miles de usuarios reaccionaron con sorpresa y alarma al confirmar que los buques USS Sampson, USS Jason Dunham y USS Gravely, todos de la clase Arleigh Burke, se aproximaban a aguas cercanas a Venezuela con un arsenal de misiles Tomahawk y la tecnología del sistema Aegis, considerado uno de los más avanzados del mundo.
“Estados Unidos no viene a jugar, viene a demostrar fuerza en la región”, publicó un usuario en X, acompañado de imágenes de destructores similares.
Otros, en cambio, alertaron sobre el riesgo de una escalada: “Esto puede terminar en una confrontación directa y los que van a sufrir son los pueblos”, advirtió un comentario viral.
Las plataformas digitales se llenaron de mapas, videos y explicaciones técnicas sobre el alcance de los misiles y la capacidad de respuesta de Venezuela. Analistas independientes destacaron que el despliegue de más de 4,000 marineros, apoyados por aviones P-8 Poseidon y un submarino nuclear, va mucho más allá de un simple operativo antidrogas.
“Lo que está ocurriendo frente a Venezuela es un mensaje claro a Maduro: Washington no se limitará a sanciones”, escribió un periodista especializado en seguridad regional.
En contraste, usuarios alineados con Caracas compartieron discursos de Nicolás Maduro, quien anunció la movilización de 4,5 millones de milicianos para “defender la soberanía”. Sin embargo, muchos comentarios pusieron en duda la capacidad real de esas fuerzas frente al poder naval estadounidense.
Entre memes y mensajes de apoyo, algunos usuarios recordaron que el Caribe ha sido escenario de tensiones desde la Guerra Fría. “Esto huele a una reedición del 62, pero con otros protagonistas”, escribió un internauta, evocando la crisis de los misiles en Cuba.
El impacto en redes refleja un clima de incertidumbre. Mientras en Washington se insiste en que el objetivo principal es frenar el narcotráfico, en foros digitales se debate la dimensión geopolítica: ¿es este el inicio de una nueva confrontación abierta con el chavismo?
Lo cierto es que la llegada de los destructores no pasó desapercibida. Las publicaciones más compartidas mostraban imágenes de los buques en formación, con la frase: “El poder naval de EE.UU. ya está aquí”.
“Estamos ante un despliegue que redefine la relación de fuerza en el Caribe”, escribió un experto en defensa. La conversación digital coincide: lo que se juega en esas aguas no es solo la lucha contra el narcotráfico, sino el futuro del equilibrio regional.
The Wall Street Journal