La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), la máxima autoridad internacional en crisis alimentarias, confirmó que Ciudad de Gaza atraviesa una hambruna sin precedentes y advirtió que, sin un alto el fuego y la entrada sostenida de ayuda humanitaria, la crisis podría expandirse hacia Deir al-Balah y Jan Yunis en las próximas semanas.
Se trata de la primera vez que la CIF declara formalmente una hambruna en Medio Oriente, un hecho que eleva la presión internacional sobre Israel, inmerso en una guerra contra Hamás desde el 7 de octubre de 2023. Según el organismo, la combinación de ofensivas militares, bloqueo a la ayuda, desplazamientos masivos y colapso de la producción de alimentos ha llevado al hambre a niveles que ponen en riesgo la vida de cientos de miles de personas.
El informe calcula que más de medio millón de palestinos —aproximadamente una cuarta parte de la población de la Franja— enfrentan “niveles catastróficos de hambre”. Muchas personas, especialmente niños, están en riesgo de morir por desnutrición o enfermedades relacionadas con la falta de alimentos.
En marzo, la CIF ya había advertido que Gaza se encontraba al borde del “peor escenario de hambruna”. Ahora, tras meses de deterioro, la confirmación oficial describe un panorama crítico que podría extenderse rápidamente si no cambian las condiciones en el territorio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó tajantemente las conclusiones de la CIF, calificándolas como una “mentira absoluta”. Su oficina declaró que “Israel no tiene una política de hambruna, sino de prevención de la hambruna”.
Las autoridades israelíes señalan que desde el inicio de la guerra han ingresado más de 100.000 camiones de ayuda humanitaria a Gaza, y que en las últimas semanas se ha incrementado el flujo de suministros. El organismo militar COGAT, encargado de coordinar estas entregas, tachó el reporte de “falso y sesgado”.
Sin embargo, Naciones Unidas y organizaciones humanitarias aseguran que la cantidad de ayuda sigue siendo insuficiente frente a la magnitud de la crisis. También destacan que el endurecimiento del bloqueo entre marzo y mayo, cuando se prohibió la entrada de alimentos y medicinas, agravó drásticamente la situación.
Expertos independientes, como Chris Newton del International Crisis Group, sostienen que la hambruna en Gaza no es una consecuencia accidental de la guerra, sino parte de una estrategia militar. “Un número creciente de personas, especialmente niños pequeños, mueren por causas prevenibles. Israel hizo de la hambruna un componente central de su campaña para controlar la Franja”, afirmó.
El plan israelí de intensificar operaciones militares en Ciudad de Gaza, justo semanas después de confirmarse el inicio de la hambruna allí, refuerza estas acusaciones de intencionalidad, según analistas.