El Hospital Pediátrico "Juan Manuel Márquez" ubicado en Marianao, La Habana, fue escenario de una denuncia que ha encendido las redes sociales en Cuba y el exilio: la presencia de cucarachas, suciedad en pasillos y salas, y un estado general de abandono que refleja la crisis profunda del sistema de salud cubano.
Las imágenes difundidas el 21 de agosto de 2025 muestran un centro médico que debería ser un espacio seguro para niños enfermos, convertido en un foco de insalubridad y riesgo de infecciones.
Este caso pone en jaque el discurso oficial de la llamada “Potencia Médica Socialista”, un slogan que durante décadas fue usado por el castrismo como bandera propagandística ante el mundo.
Sin embargo, la llegada del internet y las redes sociales en la Isla han derribado esa cortina de humo: hoy, con un solo clic, la población logra mostrar la verdadera cara de la salud pública cubana.
La falta de higiene hospitalaria no es un fenómeno aislado. En el Hospital "Calixto García" en el Vedado, usuarios han denunciado la presencia de baños clausurados por falta de agua, camillas oxidadas y pacientes obligados a llevar sus propios insumos médicos.
En el Hospital Provincial de Holguín, madres de niños internados aseguraron que debían llevar desde sábanas hasta medicamentos básicos porque el centro carecía de recursos. En Santiago de Cuba, familiares de enfermos reportaron la existencia de techos con filtraciones y mosquitos dentro de las salas de ingreso.
La situación se agrava con la escasez de antibióticos, guantes, jeringuillas y material quirúrgico. Médicos han denunciado que las operaciones deben posponerse o improvisarse, aumentando el riesgo de complicaciones. En muchos casos, pacientes que entran con dolencias tratables pueden salir con infecciones hospitalarias debido al estado insalubre de los recintos.
La paradoja es evidente: mientras el gobierno insiste en enviar brigadas médicas al extranjero para obtener divisas, los hospitales cubanos se hunden en la miseria. El contraste entre el relato oficial y la realidad que circula en redes sociales genera indignación y cuestionamientos crecientes sobre las prioridades del sistema.
“Entrar a un hospital en Cuba hoy significa arriesgar la vida”, escribió un usuario en redes. La denuncia desde Marianao es solo la punta del iceberg de un colapso que afecta a todo el país y que muestra cómo la salud, que alguna vez fue presentada como el mayor logro de la revolución, se ha convertido en un símbolo de su decadencia.