Un niño de seis años estuvo a punto de perder la vida este sábado en la playa del Peñón del Cura, en Mijas (Málaga), tras ser arrastrado por una fuerte corriente de retorno pese a que ondeaba la bandera roja que prohibía el baño. El pequeño fue rescatado gracias a la rápida actuación de socorristas y bañistas, que formaron una cadena humana para devolverlo a la orilla.
El menor se encontraba junto a otros cuatro niños que habían hecho caso omiso de las advertencias de los socorristas. Aunque la mayoría logró salir por sus propios medios, uno quedó atrapado a unos 15 metros de la costa, sin poder avanzar debido a la fuerza de la resaca.
La situación empeoró cuando un adulto se lanzó al mar para intentar auxiliar al niño y también quedó atrapado. Exhausto y sin fuerzas, tuvo que ser asistido por los servicios de emergencia y trasladado en ambulancia para su valoración.
Según explicó Gonzalo Botta Veccia, coordinador del servicio de socorrismo de Mijas, las condiciones ese día eran muy adversas: “El viento de levante soplaba fuerte y el agua llegaba hasta casi el muro, apenas quedaba arena. Era evidente que era un día peligroso de playa”.
La moto acuática no pudo intervenir debido a la cercanía del rompeolas y la zona rocosa, lo que obligó a improvisar un rescate con apoyo de ciudadanos. “Apelamos a la colaboración de los bañistas y rápidamente se formó una cadena humana”, relató Botta. Gracias a ello, el menor pudo ser sacado del agua sin que llegara a tragar agua.
El coordinador insistió en que el equipo había advertido a los menores momentos antes. “Los niños no son conscientes del peligro, y ni siquiera el padre se dio cuenta de que era su hijo el que estaba en riesgo”, lamentó.
Con más de diez años de experiencia, Botta recordó que en caso de ser atrapado por una corriente de retorno lo recomendable es nadar en paralelo a la orilla, evitando el pánico. Sin embargo, reconoció que la mayoría de personas pierde la calma y no logra aplicar la solución más sencilla.
Este episodio no ha sido el único del verano. En la playa de El Bombo se produjo un caso similar, en el que el bañista logró salir por sí mismo pero acabó propuesto para sanción administrativa.
Aunque la temporada de baño está en su recta final, los riesgos no desaparecen. “Septiembre es un mes crítico: baja la afluencia, pero aumenta la presencia de personas mayores y con ello los casos de paradas cardiorrespiratorias”, advirtió el responsable del servicio, que cuenta con 62 socorristas operativos en Mijas.
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