Un empresario guyanés de 49 años, identificado como Alvin Parag, fue enviado a prisión preventiva tras ser acusado de participar en un caso de tráfico de personas que involucra a una ciudadana cubana de 31 años.
El arresto de Parag ocurrió el 19 de septiembre de 2025, y días después compareció ante la magistrada superior Judy Latchman en el Tribunal de Magistrados de Diamond, en East Bank Demerara. Durante la audiencia, celebrada el 23 de septiembre, el imputado se declaró inocente de los cargos, aunque la fiscalía presentó una fuerte oposición a que se le concediera libertad bajo fianza debido a la gravedad de la acusación.
La jueza Latchman acogió el planteamiento del Ministerio Público y dictaminó que el empresario permanezca en prisión preventiva mientras avanza la investigación. El caso fue aplazado hasta el 6 de octubre, fecha en la que se espera la presentación de nuevas declaraciones y pruebas.
De acuerdo con los documentos judiciales, Parag es señalado de haber traficado con la mujer cubana en un período comprendido entre el 29 de marzo y el 7 de junio de 2025, en la localidad de Diamond, situada en la ribera este del río Demerara.
Las autoridades no han revelado la identidad de la víctima, pero confirmaron que se trata de una cubana de 31 años, lo que ha despertado preocupación sobre la vulnerabilidad de migrantes de la isla en Guyana y otros países del Caribe
La Fuerza de Policía de Guyana emitió un breve comunicado en el que reafirmó su compromiso de trabajar con instituciones y organizaciones aliadas para combatir la trata de personas en todas sus formas. El organismo destacó que este tipo de delitos suele estar vinculado con la explotación laboral y sexual, y que los extranjeros, como en este caso la ciudadana cubana, se encuentran entre los grupos más expuestos.
El tráfico de personas es considerado un delito grave en Guyana y conlleva sanciones severas. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han señalado que aún persisten vacíos en la detección temprana de estos casos, lo que facilita que las víctimas sean captadas con engaños y sometidas a condiciones de explotación.
Parag, quien tiene residencias en Diamond Housing Scheme y Alberttown, en Georgetown, enfrenta serias acusaciones que, de ser probadas, podrían acarrear una condena ejemplarizante. Aunque su defensa insiste en su inocencia, la justicia guyanesa decidió mantenerlo tras las rejas hasta que avance el proceso judicial.
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