Un trágico accidente ocurrido el pasado 1 de septiembre en Villorba, Italia, ha conmocionado a la comunidad local e involucrado a un joven cubano de 18 años, identificado como José Reynaldo Alberto. El muchacho es señalado como responsable del choque que provocó la muerte de Diego Lapaine, un hombre de 71 años originario de Ponzano Veneto, quien fue atropellado mientras circulaba en bicicleta.
Según los reportes de la policía local, José Reynaldo conducía un Fiat 500 propiedad de su madre sin poseer licencia de conducir. El vehículo, que habría tomado sin autorización clara, circulaba a gran velocidad cuando perdió el control, invadió el carril contrario y embistió violentamente al ciclista. El impacto fue tan fuerte que el cuerpo de Lapaine salió despedido varios metros, cayendo en el jardín de una vivienda cercana.
Tras el accidente, el joven llamó entre sollozos a su madre y le confesó: “La he cagado, mamá”. Tanto las pruebas de alcohol como las de drogas dieron negativo, pero la falta de licencia y el exceso de velocidad constituyen agravantes que complican su situación judicial.
El fiscal Davide Romanelli ha ordenado la incautación del vehículo y mantiene al joven bajo investigación por homicidio vehicular agravado. De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena severa, además de la responsabilidad económica por daños, ya que la aseguradora probablemente no cubrirá el siniestro al tratarse de un conductor no autorizado. En consecuencia, tanto él como su madre, Jessica, podrían ser obligados a indemnizar a la familia de la víctima, salvo que logren demostrar que el coche fue sustraído sin su consentimiento.
El abogado defensor, Fabio Crea, declaró que su cliente se encuentra “en shock, encerrado en su habitación, sin parar de llorar” y aseguró que no recuerda con claridad los hechos. “No hay explicación en este momento para que estuviera conduciendo sin carnet”, afirmó.
La víctima, Diego Lapaine, era un ciclista aficionado muy conocido en la zona. Había trabajado como subdirector del Instituto Técnico Fermi de Treviso y fue profesor de matemáticas en el instituto Da Vinci. Su muerte ha dejado gran pesar entre familiares, amigos y antiguos alumnos.
Por su parte, José Reynaldo, recién cumplidos los 18 años, no estudiaba ni trabajaba y se encontraba en proceso de tramitar su permiso de residencia en Italia. Su madre, residente legal en el país, habría intentado llegar rápidamente al lugar del accidente al enterarse de la tragedia.
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