La Audiencia Nacional de España ratificó la condena contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por agresión sexual, debido al beso no consentido que dio a la futbolista Jenni Hermoso durante la premiación del Mundial Femenino de 2023 en Sídney.
El tribunal desestimó todas las apelaciones presentadas por la defensa de Rubiales y otros implicados, reafirmando que el gesto hacia Hermoso fue sin su consentimiento, constituyendo un acto de carácter sexual que vulneró su intimidad y dignidad. Según la resolución judicial, el comportamiento del exdirigente no puede considerarse un acto espontáneo de alegría, como había argumentado, sino una conducta deliberada que pudo y debió haberse evitado.
Rubiales fue multado con más de 10.000 euros, aunque resultó absuelto del delito de coacción, al igual que los otros tres acusados que presuntamente presionaron a Hermoso para que defendiera públicamente al entonces presidente. La Fiscalía había solicitado una pena de dos años y medio de prisión, pero el tribunal desestimó esa solicitud por falta de agravantes.
La sentencia señala que la actitud de Rubiales con otras jugadoras durante la celebración demuestra que fue capaz de contener sus emociones en momentos similares, lo que refuerza la idea de que el beso a Hermoso no fue accidental ni inevitable. “Pudo haberse abstenido con ella, del mismo modo que lo hizo con el resto”, señala el fallo.
El caso generó un enorme revuelo social y mediático, al poner de relieve el machismo aún presente en ciertos ámbitos del deporte y la vida pública en España. Tras el episodio, estallaron manifestaciones en apoyo a Jenni Hermoso y se multiplicaron las voces que exigían cambios estructurales en el fútbol femenino y en el trato institucional hacia las mujeres.
Organizaciones feministas y representantes del mundo deportivo calificaron la decisión del tribunal como un paso importante para visibilizar y sancionar comportamientos que durante años han sido normalizados o minimizados. Para muchos, la resolución consolida un precedente legal que podría alentar a más mujeres a denunciar actos similares de abuso o agresión.
Jenni Hermoso, por su parte, ha mantenido una postura firme desde el inicio del proceso, asegurando que no consintió el beso y que se sintió “vulnerada como mujer y como profesional”. Su testimonio fue clave en el desarrollo del caso.
Luis Rubiales dimitió en septiembre de 2023, pocas semanas después del incidente, en medio de una creciente presión nacional e internacional. Su caída marcó un giro en la percepción pública sobre los límites del comportamiento en contextos laborales, incluso cuando estos se mezclan con celebraciones deportivas.
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