Polonia elevó la tensión en Europa del Este este miércoles al activar el Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que permite consultas entre los países aliados cuando uno de ellos considera que su seguridad está en riesgo. La decisión se produjo tras el ingreso de varios drones rusos a su espacio aéreo, un hecho que Varsovia calificó como una amenaza directa a su soberanía.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, confirmó que las fuerzas armadas del país derribaron múltiples drones de origen ruso en la mañana del miércoles y que el ejército se encuentra en su “máximo estado de preparación”. Según detalló, esta incursión representa un cambio en la dinámica de seguridad desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.
“Se trata de un acto que va más allá de errores o provocaciones menores. Los drones entraron directamente desde Bielorrusia, lo que agrava la situación”, declaró Tusk en el parlamento.
Tras la activación del Artículo 4, los aliados de la OTAN expresaron de inmediato su respaldo a Polonia. El secretario general, Mark Rutte, condenó lo ocurrido y advirtió que la alianza seguirá de cerca la situación en el flanco oriental, donde las defensas aéreas se mantienen en estado de alerta.
“A Putin le decimos claramente: detenga esta guerra, deje de atacar a civiles inocentes y de violar el espacio aéreo aliado. La OTAN está preparada y defenderá cada centímetro de su territorio”, enfatizó Rutte.
Medios aéreos de Italia, Alemania y Países Bajos participaron en las operaciones de respuesta, marcando la primera vez que aeronaves de la OTAN actúan directamente contra drones hostiles en espacio aéreo aliado.
El incidente obligó a suspender vuelos en los aeropuertos de Varsovia Modlin, Rzeszów-Jasionka y Lublin, aunque el Aeropuerto Chopin de la capital permaneció abierto con operaciones limitadas. Restos de uno de los drones derribados fueron hallados en la localidad de Czosnówka, cerca de la frontera con Bielorrusia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se sumó a la condena y calificó la incursión como “inaceptable”. En un mensaje en X reiteró su solidaridad con el pueblo polaco y advirtió que la seguridad de los aliados “no será negociable”.
Desde el inicio de la invasión a Ucrania, Polonia ha sido uno de los países europeos más firmes en su apoyo a Kiev y uno de los más críticos con Moscú. Este nuevo episodio incrementa el temor a que la guerra pueda expandirse hacia el territorio de la OTAN, un escenario que hasta ahora la alianza ha tratado de evitar a toda costa.
“Es un éxito de nuestras fuerzas armadas haber neutralizado la amenaza, pero al mismo tiempo una advertencia de que la situación política y militar ha cambiado”, subrayó Tusk.
Mientras continúa la investigación sobre las incursiones, Varsovia mantiene contactos estrechos con Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca y los países bálticos, que comparten la percepción de una creciente amenaza rusa en la región.