Este fin de semana, la población de Güira de Melena enfrentó un apagón masivo que dejó sin electricidad a 4 600 hogares, luego de que un incendio en la subestación eléctrica “4 000” provocara la salida de servicio de un transformador clave. El siniestro ocurrió la noche del sábado 30 de agosto, cuando una fuerte explosión seguida de llamas alertó a los vecinos de la zona.
Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños a viviendas cercanas. La intervención de los bomberos, junto a la Cruz Roja permitió sofocar el fuego y comenzar las investigaciones sobre lo ocurrido.
Desde el mismo sábado se organizó la elaboración y distribución de alimentos, así como la venta de carbón y gasolina para plantas eléctricas como soluciones temporales mientras el servicio no se restablece.
Según reportes recientes, ya ha sido retirado el transformador averiado y trasladado a La Habana para su reparación. Un nuevo transformador ya está en la subestación, y brigadas especializadas comenzaron su instalación con grúas y pruebas técnicas; se espera que el restablecimiento ocurra en breve.
Este incidente pone de manifiesto la fragilidad de la infraestructura eléctrica en Cuba, golpeada por años de deterioro, falta de mantenimiento y crisis energética sostenida. El suceso resonó en diferentes sectores, que apuntan a la necesidad urgente de una transformación profunda del sistema eléctrico para evitar que apagones como este vuelvan a repetirse.
Para los vecinos de Güira de Melena, esta situación fue más que un corte de luz: fue una llamada de atención sobre la precariedad de servicios esenciales que afectan el día a día de miles de familias. Mantenerse informados y exigir respuestas claras a las autoridades es imprescindible, porque el derecho a la energía es básico para la vida moderna.
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