En Cuba, la prisión política va más allá del encierro físico; es un castigo brutal que afecta la salud, la dignidad y la humanidad de quienes se atreven a pensar diferente. Hoy denunciamos el caso de tres presos políticos cuyos padecimientos médicos y condiciones en las cárceles revelan un patrón inhumano de abandono y maltrato sistemático que no puede seguir siendo ignorado.
Sissi Abascal Zamora está presa en la cárcel de mujeres La Bellotex, en Matanzas. Sufre bartolinitis y un quiste ovárico que requieren cirugía urgente. Sin embargo, las autoridades penitenciarias le niegan la atención médica necesaria, a pesar del intenso dolor y la progresiva gravedad de su estado.
Su madre, Annia Zamora, ha denunciado que Sissi recibe una alimentación insuficiente y que su salud está en serio riesgo debido a la desnutrición y al abandono institucional.
Félix Navarro Rodríguez, líder opositor histórico, se encuentra recluido en la prisión de máxima severidad de Agüica, Matanzas. Con secuelas de COVID-19, enfrenta un dolor pulmonar persistente y exámenes médicos que muestran alteraciones que indican una posible infección.
Pese a su delicada condición, permanece aislado en una celda sin acceso al sol, sin televisión ni contacto humano, en un espacio que simula una enfermería pero que en realidad funciona como castigo. Su esposa, Sonia Álvarez, ha alertado sobre estas condiciones inhumanas.
Sayli Navarro Álvarez, hija de Félix y también presa en La Bellotex, padece hipertensión y requiere una dieta especial prescrita por la doctora del penal. A pesar de que la familia se ofreció a costear esa dieta, la jefatura de la cárcel se niega a aprobarla.
En la última visita, le prohibieron ver a su madre con el pretexto de una cuarentena inexistente, mientras otros familiares de presos comunes sí pudieron entrar. Esta restricción ha sido claramente selectiva y punitiva.
¿Qué ocurre cuando se castiga a quienes son las fuerzas vivas de una nación? Sissi, Félix y Sayli no son simples presos; son portadores de conciencia, ideas y esperanza para una sociedad que lucha por respirar. Al atacarlos, el régimen no solo vulnera sus derechos humanos fundamentales, sino que también destruye el tejido social, paralizándolo y sembrando miedo y conformismo.
Cuba no carece de talento ni voluntad y lo que no falla es la sistemática represión que limita a quienes podrían regenerarla. La salud no puede convertirse en un instrumento de castigo. El dolor no puede ser silenciado por razones políticas. La indiferencia institucional ante el sufrimiento humano es, en sí misma, una forma de tortura.
Llamamos a la comunidad nacional e internacional a amplificar esta denuncia y exigir atención médica inmediata para estos presos. La verdadera libertad de Cuba pasa por liberar también a quienes sostienen la nación con su conciencia y su cuerpo.
Fuente: Librado Linares, activista y opositor cubano
Denuncian avance de una oligarquía mafiosa ligada a la familia Castro en la Isla(video)
Hace 4 horas
Grandes del teatro y la televisión se reúnen para homenajear a Diana Rosa Suárez(video)
Hace 8 horas
México extradita a 26 líderes de cárteles a EE. UU. en acuerdo con el Gobierno de Trump
Hace 5 horas
Cuba en alerta roja: 24 feminicidios en 2025 y el estado sigue sin proteger a las mujeres
Hace 1 día